Principales síntomas de una hernia de disco

El síntoma principal de una hernia de disco es el dolor en la columna, que generalmente ocurre en la región donde se encuentra la hernia y puede estar en la columna cervical, lumbar o torácica. Además, el dolor puede seguir el camino de los nervios de la región, por lo que puede irradiarse incluso a lugares distantes, llegando a piernas o brazos.

Otros síntomas que pueden ocurrir con una hernia de disco incluyen hormigueo, entumecimiento, hormigueo o, en los casos más graves, disminución de la fuerza o incontinencia urinaria. Sin embargo, debe recordarse que una hernia de disco no siempre causa síntomas o puede causar incluso una leve molestia.

La hernia discal se produce cuando el disco intervertebral y su centro gelatinoso, que funciona como una especie de amortiguador de la columna, salen del lugar correcto, provocando la compresión de los nervios de la región. El tratamiento consiste en analgésicos, fisioterapia o, en algunos casos, cirugía. Obtenga más información sobre cómo se forma una hernia de disco y cómo tratarla.

Los síntomas de una hernia de disco varían según su ubicación, por lo que los síntomas más comunes son:

1. Hernia de disco cervical

En este tipo de hernia, el dolor se localiza en la parte superior de la columna, más precisamente en el cuello. La compresión nerviosa puede hacer que el dolor se irradie al hombro o al brazo. Otros síntomas incluyen:

  • Dificultad para realizar movimientos del cuello;
  • Entumecimiento u hormigueo en el hombro, brazo, codo, mano o dedos;
  • Disminución de la fuerza de uno de los brazos.

Los síntomas de una hernia de disco pueden variar de persona a persona, ya que depende de la ubicación y la intensidad de la compresión. Estos síntomas pueden aparecer repentinamente, desaparecer espontáneamente y regresar a intervalos impredecibles. Pero pueden ser tanto permanentes como duraderos.

2. Hernia de disco lumbar

Cuando ocurre este tipo de hernia, el dolor de espalda severo es común en relación con otros síntomas como:

  • Dolor a lo largo del trayecto del nervio ciático que va desde la columna hasta las nalgas, muslos, piernas y talones;
  • Puede haber debilidad en las piernas;
  • Dificultad para levantar el pie dejando el talón en el suelo;
  • Alteración de la función del intestino o de la vejiga debido a la compresión nerviosa.

La cantidad e intensidad de los síntomas dependerá de la ubicación y la participación de los nervios. En general, la pérdida de fuerza indica un cambio serio, que debe ser evaluado rápidamente por un cirujano ortopédico o neurocirujano.

3. Hernia de disco torácico

La hernia de disco torácico es menos común, ocurre solo en el 5% de los casos, pero cuando ocurre puede causar:

  • Dolor en la región central de la columna que se irradia a las costillas;
  • Dolor al respirar o realizar movimientos de pecho;
  • Dolor o sensación alterada en el abdomen, espalda o piernas;
  • Incontinencia urinaria

Cuando estos síntomas indican la presencia de una hernia de disco, se debe consultar a un cirujano ortopédico o neurocirujano para una evaluación y para realizar pruebas de imagen como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas de la columna.

Dependiendo de los resultados de las pruebas, el tratamiento se puede realizar con fisioterapia o cirugía, según las necesidades individuales de cada persona y la gravedad del problema. Obtenga más información sobre el tratamiento de la hernia de disco.

Cómo se hace el diagnóstico

Para diagnosticar y confirmar una hernia de disco, un ortopedista o neurocirujano generalmente evalúa los síntomas y realiza un examen físico completo, identificando la ubicación probable de la hernia y solicitando pruebas adicionales como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para ayudar a confirmar su ubicación y gravedad.

En algunos casos, su médico puede ordenar un electromiograma que puede evaluar el daño a los nervios, lo que indica la gravedad de la lesión.

cual es el tratamiento

El tratamiento de las hernias de disco varía de una persona a otra y del tipo de hernia, por lo que su médico puede recetarle fisioterapia y analgésicos y medicamentos antiinflamatorios para ayudar a aliviar el dolor y la inflamación creados por la compresión nerviosa. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el disco afectado. Obtenga más información sobre cómo tratar una hernia de disco.

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