Reflujo de la vesícula biliar: que es, síntomas y tratamiento

El reflujo de la vesícula biliar, también conocido como reflujo gástrico duodenal, ocurre cuando la bilis, que se libera de la vesícula biliar hacia la primera parte del intestino (duodeno), regresa al estómago o, en algunos casos, al esófago, lo que causa inflamación del estómago. . mucosa.

Cuando esto sucede, pueden producirse cambios en las capas protectoras de moco y un aumento del pH del estómago, provocando algunos síntomas como dolor abdominal, vómitos amarillos y sensación de ardor en el pecho.

Para aliviar los síntomas, el tratamiento del reflujo biliar debe ser prescrito por un gastroenterólogo, quien puede recomendar el uso de medicación y, en los casos más graves, puede ser necesaria la cirugía.

Síntomas principales

El reflujo de la vesícula biliar puede ser difícil de distinguir del reflujo ácido gástrico porque los signos y síntomas son similares. Los síntomas más comunes son:

  • Dolor en la parte superior del abdomen;
  • Sensación de ardor en el pecho;
  • Enfermedad;
  • Vómito amarillo verdoso;
  • Tos o ronquera;
  • Pérdida de peso.

Aunque los síntomas son muy similares a los del reflujo gastroesofágico, se consideran problemas diferentes y, por ello, el diagnóstico debe ser realizado por un gastroenterólogo. Conozca los síntomas característicos del reflujo gastroesofágico.

¿Qué puede causar el reflujo biliar?

La bilis es una sustancia producida en el hígado y almacenada en la vesícula biliar, que se libera cuando hay glóbulos rojos agotados, sustancias tóxicas acumuladas o cuando los alimentos ricos en grasas ingresan a los intestinos para ser digeridos.

El reflujo de bilis desde los intestinos hacia el estómago puede ocurrir por una variedad de razones: problemas con el funcionamiento del esfínter pilórico, que es una válvula que se abre para permitir la absorción de alimentos desde el estómago a los intestinos; como consecuencia de una cirugía en el estómago o el abdomen; o con la presencia de adherencias intestinales, enfermedad inflamatoria intestinal, diverticulitis o cáncer de intestino.

Además, en algunas situaciones el reflujo biliar puede llegar al esófago, en estos casos puede deberse a problemas en el esfínter esofágico inferior, otra válvula que impide que los alimentos pasen del estómago al esófago. Esto puede deberse a problemas con el tono muscular, que impide que la válvula se cierre por completo, por ejemplo, por la presencia de una hernia o úlcera gástrica.

Cómo confirmar el diagnóstico

Generalmente, para diagnosticar problemas de reflujo biliar se debe consultar a un gastroenterólogo que, además de evaluar síntomas e historial médico, debe solicitar algunas pruebas diagnósticas, como endoscopia e impedancia esofágica, para valorar si se tiene reflujo biliar. principalmente para el esófago.

Descubra cómo se realiza la endoscopia y qué preparación se necesita.

Cómo prevenir el reflujo biliar

Para evitar episodios de reflujo biliar, es ideal dejar de fumar, realizar comidas más cortas, evitar dormir inmediatamente después de comer, evitar los alimentos grasos y el alcohol, adelgazar y relajarse, ya que el estrés puede agravar los síntomas del reflujo.

Cómo se realiza el tratamiento

El reflujo vesicular tiene cura, pero su tratamiento puede ser más extenso, por eso es muy importante seguir correctamente las indicaciones del gastroenterólogo.

Los medicamentos recetados por un médico se utilizan con mayor frecuencia. Uno de los más utilizados es el ácido ursodesoxicólico, que es una sustancia que ayuda a promover la circulación de la bilis, lo que reduce la frecuencia e intensidad de los síntomas. Sin embargo, pueden estar indicados otros fármacos, conocidos como secuestrantes de ácidos biliares, que se unen a las sales biliares en el intestino y previenen su reabsorción.

Sin embargo, cuando los síntomas no mejoran con la medicación, el gastroenterólogo puede recomendar una cirugía. En este procedimiento, conocido como cirugía de derivación, el cirujano realiza una nueva conexión para drenar la bilis más a través del intestino delgado, desviando la bilis del estómago.

Remedios caseros

Hay formas naturales de reducir el reflujo biliar, como tomar cápsulas de olmo resbaladizo (ulmus rubra) o beber té de manzanilla, althaea o regaliz. Aprenda a hacer té de regaliz.

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