Los tomates generalmente se consideran una verdura, pero debido a que tienen semillas, son una fruta. Algunos de los beneficios de consumir tomates son reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, prevenir el cáncer de próstata, aumentar las defensas del organismo y cuidar la piel, el cabello y la vista.
Estos beneficios se atribuyen a que los tomates son ricos en vitamina C, potasio y folato, además de ser la mayor fuente de licopeno, un antioxidante con propiedades anticancerígenas. Sin embargo, existen muchas dudas sobre si consumir las semillas puede suponer algún riesgo para la salud, por ello a continuación se enumeran algunos mitos y verdades sobre esta fruta.
1. Causan cálculos renales.
DEPENDE DE. Los tomates son ricos en oxalato, por lo que pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos de oxalato de calcio en los riñones. Este tipo de cálculo renal es más común en humanos, por lo que en estos casos se recomienda evitar el consumo excesivo de tomate.
En caso de que padezcas otro tipo de cálculos renales como fosfato cálcico, estruvita o cistina, por ejemplo, puedes consumirlo sin ningún problema.
2. Empeoran los ataques de diverticulitis.
VERDAD. Las semillas de tomate y su piel podrían agravar la crisis de diverticulitis, ya que en esta situación la persona debe seguir una dieta baja en fibra. Sin embargo, no aumentan el riesgo de diverticulitis o un nuevo ataque y se pueden consumir sin miedo cuando la enfermedad está controlada.
3. Prohibido en crisis de gota.
NO CONFIRMADO. Algunos estudios muestran que los tomates pueden causar ataques de gota, pero esto no ha sido completamente probado. Se cree que los tomates aumentan la producción de uratos.
El urato es un producto que se forma a partir de la ingesta de alimentos ricos en purinas (carnes rojas, mariscos y cerveza) y cuando está elevado en la sangre existe un mayor riesgo de gota. Los tomates, sin embargo, tienen muy poca purina pero tienen un alto contenido de glutamato, un aminoácido que se encuentra comúnmente en alimentos con alto contenido de purina y que puede estimular la síntesis de uratos.
4. Proteger contra el cáncer de próstata.
VERDAD. El tomate es un aliado importante para la prevención de diversas enfermedades, entre ellas algunos cánceres como el de próstata y colon, debido a la presencia de antioxidantes como el licopeno y la vitamina C. Vea todos los beneficios de comer tomates.
5. Son perjudiciales para el páncreas y la vesícula biliar.
MITO. Los tomates y sus semillas contribuyen realmente a la salud del páncreas y la vesícula biliar, ya que ayudan al buen funcionamiento de todo el sistema digestivo y a la eliminación de toxinas. Además del páncreas y la vesícula biliar, los tomates también ayudan a combatir las enfermedades hepáticas.
6. Las semillas de tomate ayudan a que la sangre sea más fluida.
MITO. De hecho, los tomates, que pueden incluir semillas, ayudan a la flora intestinal a producir vitamina K, que se encarga de regular la coagulación sanguínea. Por esta razón, comer tomates no mantiene el líquido sanguíneo más fluido.
7. Tienen muchos pesticidas.
DEPENDE DE. La cantidad de plaguicidas utilizados en la producción de tomate dependerá del país y de la normativa vigente al respecto. En cualquier caso, para reducir la cantidad de pesticidas que tienen, es importante enjuagarlos bien con agua y un poco de sal. Cocinar también puede ayudar a reducir la cantidad de sustancias tóxicas.
Otra opción es optar por comprar tomates orgánicos, que deben tener niveles muy bajos de pesticidas orgánicos.
8. Las semillas de tomate provocan apendicitis.
QUIZÁS. No hay suficientes estudios científicos que demuestren que comer semillas de tomate cause apendicitis. En muy pocos casos, la ingestión de estas y otras semillas es la causa de esta enfermedad.