La aparición de quistes en la mama en algunos casos se puede notar a través del dolor en el pecho o la presencia de uno o más bultos en ella que se notan al tacto. Estos quistes pueden ocurrir en mujeres de cualquier edad, pero son más comunes después de los 40 años.
El diagnóstico de un quiste mamario debe ser realizado por un especialista mediante exploración física, mamografía y ecografía, durante la cual es posible identificar la presencia del quiste y sus características. En la mayoría de los casos no es necesario realizar un tratamiento específico, sin embargo, en caso de que se detecte malignidad en el estudio, el médico puede iniciar un tratamiento específico.
Síntomas de un quiste mamario
En la mayoría de los casos, la presencia de quistes en la mama no provoca síntomas y pueden pasar desapercibidos para la mujer, pero en algunos casos pueden provocar dolor y sensación de pesadez en el pecho. Sin embargo, cuando el quiste crece o hay pequeños quistes, pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Dolor de pecho difuso;
- Presencia de uno o más bultos en el pecho, que se sienten al tacto;
- Sensación de pesadez en el pecho;
- Pechos hinchados
El quiste puede afectar uno o ambos senos y generalmente aumenta de tamaño durante el período menstrual, encogiéndose al final del mismo. Cuando no desaparece, es importante consultar a un médico para que se realicen las pruebas adecuadas para confirmar si hay signos de malignidad y si existe el riesgo de que se convierta en cáncer.
Diagnóstico de quiste de mama
El diagnóstico de los quistes mamarios se realiza mediante ecografía o mamografía de la mama, mediante la cual el médico identifica el problema y valora el tamaño del quiste y sus características, que se clasifican en 3 tipos principales:
- Quistes simplesTienen una consistencia suave, están llenos de líquidos y tienen un contorno regular;
- Quiste sólido o complejoTienen superficies sólidas en el interior y tienen bordes más gruesos e irregulares;
- Quistes complejos, se componen de un líquido más espeso, similar a la gelatina.
Después de examinar y clasificar el quiste, el médico evalúa si existe una sospecha de malignidad y puede ser necesaria una biopsia y, en algunos casos, una cirugía para extirpar el quiste. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los quistes responden a cambios benignos, por lo que no se necesita un tratamiento específico.
¿Cual es el tratamiento?
La presencia de un quiste en la mama generalmente no requiere tratamiento y se debe monitorear a un médico para evaluar posibles cambios en el quiste. No se sabe exactamente qué puede causar un quiste de mama, y las mujeres que tienen antecedentes pueden desarrollar otros, pero no existe un vínculo directo entre un quiste de mama y el cáncer. Conozca el riesgo de que un bulto se convierta en cáncer de mama.
Si una mujer nota la aparición de varios quistes en la mama y al apretar le sale algún tipo de secreción, debe acudir inmediatamente a un mamólogo para que la evalúe.
En caso de molestias, se puede recomendar la aspiración con aguja fina, en la que se drena el líquido que forma el quiste. Además, en caso de que se palpe el quiste o el paciente se sienta inseguro acerca de la lesión, el médico puede recomendar la aspiración del quiste.
La punción consiste en inyectar una inyección en la zona del quiste y aspirar su contenido, lo que debe realizarse en un consultorio médico bajo anestesia local. Después de extirpar el quiste con una punción en la mama, su médico puede recetarle el uso de un analgésico para reducir el dolor, además de recomendar un descanso de aproximadamente 2 días. Obtenga más información sobre el tratamiento de los quistes mamarios.
El seguimiento médico se realiza anualmente en caso de que la mujer tenga quistes más pequeños, mientras que en quistes más grandes y gruesos el seguimiento se realiza cada 6 meses y se realiza con la ayuda de ecografía mamaria y mamografía.