El tratamiento natural de la laberintitis se puede realizar con remedios caseros como el té de ginkgo biloba o el té de jengibre, ya que tienen propiedades antiinflamatorias y antiinflamatorias que ayudan a aliviar los síntomas de esta afección, principalmente mareos, pérdida de equilibrio y náuseas.
La laberintitis es una inflamación del oído que afecta al laberinto, el área responsable de la audición y el equilibrio, y puede ser causada por el envejecimiento natural u otros factores como fatiga excesiva, estrés excesivo o abuso de alcohol, que pueden ocurrir varias veces a lo largo de la vida. , lo que complica las actividades diarias. Vea cómo identificar los síntomas de la laberintitis.
Aunque no se usan como reemplazo del tratamiento recetado por un médico, los remedios caseros pueden ayudar a aliviar los síntomas de la laberintitis más rápidamente o evitar convulsiones frecuentes.
1. Té de ginkgo biloba
El té de ginkgo biloba se puede utilizar para combatir los mareos o la pérdida del equilibrio provocados por la laberintitis, ya que esta planta mejora la circulación sanguínea en el oído, lo que también ayuda a combatir los zumbidos.
Este té se puede beber a diario, pero está indicado principalmente en periodos de mayor estrés o cuando los ataques de laberintitis son más frecuentes.
Ingredientes:
- 1 cucharada de hojas secas de Ginkgo biloba;
- 1 taza de agua.
Método de preparación:
Hierva las hojas secas de Ginkgo biloba en agua durante 1 minuto. Déjelo por 5 minutos y beba de 3 a 4 tazas al día.
El té de ginkgo biloba no debe ser utilizado por niños menores de 12 años, mujeres embarazadas o lactantes o personas con alto riesgo de sangrado o sangrado activo.
2. Té de jengibre
El té de jengibre contiene gingerol, shogaol y cingerón, que son sustancias antiinflamatorias y antiinflamatorias que ayudan a aliviar la inflamación del oído, reduciendo los síntomas de náuseas y vómitos provocados por la laberintitis. Conozca los otros beneficios del jengibre.
Ingredientes:
- 1 cm de raíz de jengibre cortada en rodajas o rallada;
- 1 litro de agua.
Método de preparación:
Hierva el agua junto con el jengibre y déjelo hervir durante 5 a 10 minutos. Colar y beber el té dividido en 3 o 4 tomas a lo largo del día.
Otra opción para hacer té es reemplazar la raíz con 1 cucharadita de jengibre en polvo.
Este té debe ser evitado por personas con sangrado gástrico activo causado por una úlcera, por ejemplo, o personas que toman anticoagulantes porque el jengibre tiene propiedades anticoagulantes que pueden causar sangrado o aumentar el riesgo.
Además, durante el embarazo, la cantidad de jengibre a utilizar es de 1 g por día, durante un máximo de 4 días.
3. Té de romero
El té de romero, elaborado con la planta medicinal Rosmarinus officinalis, es rico en sustancias como el ácido de romero, ácido carnosina y aceites esenciales, con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras, que ayudan a aliviar los mareos provocados por el vértigo.
Ingredientes:
- 1 cucharadita de hojas frescas de romero;
- 250 ml de agua hirviendo.
Método de preparación:
Agrega las hojas de romero al agua hirviendo, tapa y cocina de 5 a 10 minutos. Colar, dejar enfriar y beber de 3 a 4 veces al día.
El té de romero no debe ser consumido por niños menores de 5 años, mujeres embarazadas o lactantes o personas con enfermedad hepática, ya que este té puede empeorar los síntomas y la enfermedad.
El té de romero también puede interactuar con ciertos medicamentos, como anticoagulantes, diuréticos, litio y medicamentos para la diabetes, o regular la presión arterial, por lo que si está usando alguno de estos medicamentos, es importante consultar con un médico antes de beber té. .
4. Té de lavanda
El té de lavanda tiene sustancias con efecto calmante y relajante que reducen la ansiedad, lo que puede agravar los mareos provocados por la laberintitis.
Además, este té reduce el estrés y mejora la calidad del sueño, que suelen ser factores que contribuyen al desarrollo de laberintitis.
Ingredientes:
- ½ cucharadita de flores de lavanda;
- 1 taza de agua hirviendo.
Método de preparación:
Agrega las flores de lavanda al agua hirviendo y déjala hervir durante 10 minutos. Colar y beber 1 taza al día antes de acostarse.
El té de lavanda no debe ser tomado por mujeres embarazadas o personas con úlceras de estómago o que sean alérgicas al aceite esencial de lavanda.
5. Compresa de ajo y aceite de oliva
Las compresas de ajo y aceite de oliva tienen propiedades antiinflamatorias gracias a la alicina presente en el ajo, que ayuda a reducir la inflamación del oído y a combatir los síntomas de la laberintitis como zumbidos, mareos o pérdida del equilibrio.
El aceite de oliva también ayuda a lubricar el oído y reducir las molestias provocadas por la inflamación.
Ingredientes:
- 1 diente de ajo
- 1 chorrito de aceite de oliva.
Método de preparación:
En una cuchara o cacerola, coloca los dientes de ajo machacados y espolvorea con aceite de oliva y calienta a fuego lento hasta que esté tibio. Luego, empapa un trozo de algodón en el aceite, escurre para eliminar el exceso y colócalo en la oreja cubriendo la oreja. Deje actuar este medicamento durante unos 20 minutos. Repita el procedimiento 3 veces al día.