Es normal tener al menos un episodio de infección del tracto urinario durante el embarazo, porque los cambios que ocurren en el cuerpo de una mujer durante ese período contribuyen al desarrollo de bacterias en el tracto urinario.
Aunque pueda parecer abrumador, las infecciones urinarias no dañan al bebé y pueden tratarse fácilmente con antibióticos como la cefalexina. Sin embargo, si una mujer no inicia el tratamiento, la infección puede seguir empeorando y causar ciertos riesgos para el bebé, como un parto prematuro o un aborto espontáneo.
Por ello, siempre que existan signos de malestar al orinar, es muy importante que la embarazada consulte a un obstetra o ginecólogo para que le haga un análisis de orina y comience el tratamiento si es necesario.
Posibles síntomas de infección del tracto urinario
Durante el embarazo, una infección del tracto urinario puede ser un poco más difícil de identificar, elija lo que siente para evaluar el riesgo de una infección del tracto urinario:
- 1. Dolor o sensación de ardor al orinar No Sí
- 2. Necesidad frecuente y repentina de orinar en pequeñas cantidades No Sí
- 3. Sensación de que no puede vaciar completamente la vejiga No Sí
- 4. Sensación de pesadez o malestar en el área de la vejiga No Sí
- 5. Orina borrosa o con sangre No Sí
- 6. Baja temperatura constante (entre 37,5º y 38ºC) No Si
Algunos de estos síntomas, como la necesidad frecuente de orinar o la sensación de pesadez en la vejiga, son muy frecuentes durante el embarazo y, por tanto, pueden enmascararse. De esta forma, cada vez que una mujer identifica algún cambio o malestar, debe consultar a un obstetra o ginecólogo para que le realice un análisis de orina para evaluar si se puede producir una infección.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de infección urinaria durante el embarazo se realiza mediante un análisis de orina normal, siempre que haya síntomas de advertencia. Sin embargo, el médico también debe ordenar 1 análisis de orina por trimestre para identificar y tratar las posibles infecciones urinarias tempranas, incluso si no hay síntomas.
Además, existen pruebas caseras para las infecciones del tracto urinario que se pueden comprar en una farmacia. Para la prueba, se toma una muestra de orina en vidrio esterilizado y se coloca una tira reactiva que cambia de color y dependiendo del color marcado puede o no ser positiva para una infección del tracto urinario.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la infección del tracto urinario en el embarazo normal se realiza con el uso de antibióticos como cefalexina, por un período de 7 a 14 días, también es importante beber mucha agua, para no oponerse a las ganas de orinar y vaciar la vejiga. completamente cada vez que orina.
En los casos en que la infección haya progresado a los riñones, es posible que una mujer embarazada deba ser hospitalizada para que le inyecten antibióticos directamente en una vena. Más información sobre el tratamiento de la infección del tracto urinario durante el embarazo.
Riesgos de infección del bebé.
Si la UTI no se trata adecuadamente durante el embarazo, puede haber complicaciones para la madre y el bebé, como:
- Parto prematuro;
- Reducción del crecimiento intrauterino;
- Bajo peso al nacer;
- Neumonía;
- Asma infantil;
- Aborto espontáneo.
Además, las infecciones urinarias durante el embarazo aumentan el riesgo de que el bebé muera después del parto. Por lo tanto, la mejor manera de evitar todos estos riesgos es conocer los síntomas de la ITU y buscar el tratamiento prescrito por su médico tan pronto como se diagnostique la enfermedad.
Vea a continuación cómo se realiza el tratamiento y algunos remedios caseros para la infección urinaria en el embarazo: