Los medicamentos más utilizados para tratar la osteoartritis son los analgésicos y los antiinflamatorios, que se pueden tomar por vía oral, como el paracetamol o el diclofenaco, o en forma de pomada, como la capsaicina, para ayudar a aliviar los síntomas del dolor y la hinchazón. en las articulaciones, mejorando la calidad de vida.
Sin embargo, su médico también puede recomendar el uso de medicamentos que ayudan a lubricar y reparar el cartílago en las articulaciones, como la glucosamina y la condroitina, ya que actúan como agentes antiinflamatorios naturales que ayudan a reducir el dolor y la inflamación gradualmente con el tiempo.
El tratamiento de la osteoartritis siempre debe ser dirigido por un médico, en dosis individuales, ya que pueden provocar efectos secundarios como úlceras de estómago o insuficiencia renal, por ejemplo. Además, su médico puede recetarle fisioterapia para ayudar a mejorar el movimiento y fortalecer la articulación. Obtenga más información sobre la osteoartritis.
Los principales fármacos que se utilizan para tratar la osteoartritis son:
1. Analgésicos
Paracetamol / Tylenol) es el principal analgésico utilizado para aliviar el dolor de la osteoartritis y debe tomarse hasta 4 veces al día o según las indicaciones de su médico, que generalmente es suficiente para permitirle realizar las actividades diarias. Este medicamento debe ser recetado por un médico y utilizado de acuerdo con la intensidad de los síntomas de cada persona.
Los opioides, como la codeína y el tramadol, por ejemplo, son analgésicos más potentes que se utilizan en los casos en que el dolor es muy intenso o no mejora con los analgésicos habituales. Las versiones más fuertes de opioides, como la morfina, la oxicodona y la metadona, por ejemplo, también son una opción para quienes padecen un dolor muy intenso y limitante.
Existen asociaciones de paracetamol con opioides que también pueden usarse bajo la supervisión de un médico, como en el caso de Tramacet, que contiene paracetamol y tramadol, o Tylex, con paracetamol y codeína.
2. Antiinflamatorio
Los medicamentos antiinflamatorios como el diclofenaco (Voltaren), el ibuprofeno (Actron) o el naproxeno (Flanax), por ejemplo, que se pueden tomar en forma de comprimidos o inyecciones, son opciones que se pueden utilizar en momentos de crisis, siempre bajo tratamiento médico. Supervisión. Asesoramiento. Esto se debe a que si se usan con demasiada frecuencia pueden causar efectos secundarios como úlceras de estómago e insuficiencia renal.
3. Glucosamina y condroitina
Los suplementos de glucosamina y condroitina para cartílago (Flextrin) se utilizan para ayudar a regenerar y mantener la elasticidad y lubricación de las articulaciones, con buenos resultados en algunas personas.
Vea más sobre este suplemento.
4. Corticosteroides
Los corticosteroides, como la prednisona (Meticorten), pueden ser una opción en algunos casos de dolor persistente asociado con inflamación crónica y solo deben usarse bajo orientación médica. Los corticosteroides incluso pueden ser inyectados directamente en las articulaciones, cada 3 o 6 meses por un médico, ayudando a controlar la inflamación y el dolor en la zona.
Otra opción de inyección es el ácido hialurónico, que ayuda a reducir el dolor y mejora la movilidad articular.
5. Grasa
Los medicamentos tópicos, como los ungüentos antiinflamatorios o la capsaicina, son opciones de aplicación en el área inflamada, que ayudan a reducir el dolor y la incomodidad, y se pueden usar de 3 a 4 veces al día durante un máximo de 20 días, según las indicaciones de un médico. para evitar o reducir la necesidad de medicación oral.
En este último caso, cuando los síntomas son muy intensos y no mejoran con medicación y tratamientos naturales, puede ser necesario realizar una cirugía que pueda remover las partes inflamadas o reponer el cartílago dañado.
Opciones de tratamiento natural
El tratamiento domiciliario de la osteoartritis se realiza como un tratamiento complementario por parte de un médico, para acelerar la recuperación del dolor y la inflamación o para ser una opción para aquellas personas que presentan pocos síntomas o buscan únicamente prevención. Esto nunca debe reemplazar el tratamiento médico. Consiste en:
- Hacer actividad fisica, preferiblemente natación o hidro-gimnasia;
- Haz ejercicios de fisioterapia y pilates., al menos 2 veces por semana, dirigido por un fisioterapeuta;
- Cuida tu postura y usa ayudas para el movimiento., como rampas, vallas y barandillas, en el hogar y en el trabajo, dirigidas por un fisioterapeuta y un terapeuta ocupacional;
- Masajes con aceites esenciales que ayudan a reducir la inflamación, como el jengibre, la lavanda o la albahaca;
- Usar técnicas alternativas, como la acupuntura., que puede ayudar a tratar a algunas personas, ayudando a controlar el dolor y la incomodidad.
También existen alimentos con propiedades antiinflamatorias, ricos en omega 3, antioxidantes, calcio y proteínas que se pueden agregar a la dieta diaria para ayudar a combatir la inflamación, a través del pescado, semillas, cítricos, frutos rojos, verduras, aceite de coco y aceitunas. . aceite, por ejemplo. Vea cómo debería ser la dieta.
Además, algunos tés se pueden preparar con plantas con propiedades antiinflamatorias, como el romero, como complemento del tratamiento y según las indicaciones de su médico.