Los pólipos en el colon o los pólipos intestinales son cambios que pueden ocurrir en el intestino debido a la proliferación excesiva de células presentes en el revestimiento del colon. En general, los pólipos en la mayoría de los casos no provocan signos ni síntomas, pero dependiendo del tamaño deben ser extirpados o controlados para evitar complicaciones.
Estos cambios suelen ser benignos, pero en algunos casos pueden convertirse en cáncer de colon, que puede ser fatal cuando se diagnostica en una etapa avanzada. Por lo tanto, las personas mayores de 50 años o que tengan antecedentes familiares de pólipos o cáncer de intestino deben consultar a un gastroenterólogo y realizarse pruebas como forma de prevención.
Principales síntomas
La mayoría de los pólipos de colon no provocan síntomas, especialmente al inicio de su formación, por este motivo se recomienda acudir al médico si tienes 50 años o más para sugerir una colonoscopia preventiva o si padeces enfermedad inflamatoria intestinal.
Sin embargo, cuando el pólipo está más desarrollado, pueden aparecer algunos síntomas, como:
- Cambio en los hábitos intestinales, que puede causar diarrea o estreñimiento;
- Presencia de sangre en las heces, que puede notarse a simple vista o detectarse mediante un análisis de sangre oculta en las heces;
- Dolor o malestar abdominal como gases y calambres intestinales.
Es importante consultar a un gastroenterólogo si presenta síntomas que indiquen un pólipo intestinal, ya que en algunos casos existe la posibilidad de desarrollar cáncer. Así, al evaluar los signos y síntomas que presenta la persona y el resultado de las pruebas de imagen, el médico puede confirmar la gravedad de los pólipos e indicar el tratamiento más adecuado.
¿Pueden los pólipos intestinales convertirse en cáncer?
En la mayoría de los casos, los pólipos de colon son benignos y tienen pocas posibilidades de convertirse en cáncer. Sin embargo, en los casos en que los pólipos son vellosos o adenomatosos tubulares, existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Además, el riesgo es mayor para los pólipos sésiles, que son planos y de más de 1 cm de diámetro, porque cuanto mayor es el tamaño, mayor es el riesgo.
Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer son la presencia de varios pólipos en el intestino; edad igual o mayor a 50 años y; presencia de enfermedades inflamatorias como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, p. ej.
Para reducir el riesgo de convertir los pólipos intestinales en cáncer, se recomienda que todos los pólipos de más de 0,5 cm se extirpen mediante colonoscopia, pero el ejercicio regular también es importante; tener una dieta rica en fibra; no fume y evite consumir bebidas alcohólicas, ya que estos factores facilitan la aparición del cáncer.
Razones principales
Los pólipos intestinales pueden ocurrir debido a factores relacionados con la dieta y el estilo de vida, que son más comunes después de los 50 años. Algunas de las principales razones relacionadas con su desarrollo son:
- Sobrepeso u obesidad;
- Diabetes tipo 2 no controlada;
- Dieta alta en grasas;
- Dieta baja en calcio, verduras y frutas;
- Enfermedades inflamatorias, como colitis;
- Síndrome de Lynch;
- Poliposis adenomatosa familiar;
- Síndrome de Gardner;
- Síndrome de Peutz-Jegers.
Además, las personas que fuman o beben alcohol con frecuencia o tienen antecedentes familiares de pólipos o cáncer de intestino también tienen más probabilidades de desarrollar pólipos intestinales durante su vida.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento consiste en evaluar el tamaño y características del pólipo mediante colonoscopia, indicada para pólipos mayores de 1 cm para realizar una polipectomía. Una vez extirpado, el pólipo se envía a un laboratorio para su análisis y para verificar si hay signos de malignidad. Por lo tanto, de acuerdo con el resultado de laboratorio, el médico puede prescribir cierto tratamiento si es necesario. Aprenda a prepararse para su colonoscopia.
Después de extirpar el pólipo, es importante que la persona tenga cuidado para evitar complicaciones y la formación de nuevos pólipos intestinales. Además, su médico puede recomendar repetir el examen después de unos años para ver si hay pólipos nuevos.
En los casos en los que los pólipos miden menos de 0,5 cm y no provocan signos ni síntomas, el médico puede decidir no extirparlos y controlar su evolución repitiendo la colonoscopia según las indicaciones del médico.
Vea cómo se realiza la polipectomía.