Los esguinces de tobillo generalmente ocurren cuando una persona «se equivoca» al doblar el pie hacia afuera en un terreno irregular o escaleras, lo que provoca una tensión excesiva de los ligamentos en la región. Esto es más común en mujeres que usan tacones, pero también puede ocurrir al correr o trotar, por ejemplo.
Así, luego del evento, el pie suele estar hinchado en los primeros días y tiene dificultad para caminar, sin embargo, en la mayoría de los casos es suficiente poner una compresa fría y descansar con los pies elevados para controlar este síntoma y sentirse mejor. . Sin embargo, cuando el dolor y las molestias en el pie no desaparecen, es importante acudir a un ortopedista, ya que puede ser necesario inmovilizar el pie.
Principales síntomas
Los síntomas de los esguinces de tobillo suelen producirse por esguinces del ligamento local, y los principales son:
- Dolor de tobillo y dificultad para caminar o incluso poner el pie en el suelo;
- Hinchazón en el costado del pie;
- El área puede estar hinchada y morada, y generalmente aparece 48 horas después del estiramiento;
- Sensibilidad al tocar la región lateral del tobillo y el pie;
- Puede haber un ligero aumento de temperatura en el área afectada.
Por lo general, la misma persona puede reconocer que se ha torcido la pierna mientras camina o corre. Su médico puede ordenar una radiografía del pie si se sospecha una fractura o una resonancia magnética para evaluar si ha habido una ruptura de los ligamentos si los síntomas persisten durante más de 3 meses.
Cómo se realiza el tratamiento
Los esguinces de tobillo deben ser tratados por un ortopedista de acuerdo con la gravedad y la duración de los síntomas. En la mayoría de los casos, el estiramiento es frívolo, solo hay una distensión del ligamento y los síntomas desaparecen en menos de 5 días, por lo que su médico puede sugerirle que se aplique una compresa fría en el tobillo mientras está en reposo. o acostado, pero con los pies elevados.
Por otro lado, cuando se confirma que el esguince ha provocado una lesión parcial o completa del ligamento, el ortopedista puede indicar la realización de sesiones de fisioterapia, las cuales utilizan dispositivos que ayudan a reducir la inflamación en la zona, además de realizar estiramientos y ejercicios de fortalecimiento de los músculos para evitar nuevos estiramientos.
En algunos casos, puede ser necesario inmovilizar el pie colocando una férula o yeso durante varios días. Durante este período, debe usar muletas para caminar. El fisioterapeuta puede aplicar kinesiolent para proteger el tobillo evitando que el pie gire demasiado hacia afuera.
Adicionalmente, un fisioterapeuta u ortopedista puede sugerir el uso de una plantilla en el calzado para corregir la forma de caminar de la persona y ayudar a formar el arco plantar, evitando, por ejemplo, los pies planos. Además, el uso de un ungüento antiinflamatorio que contenga diclofenaco también puede estar indicado para aliviar el dolor y las molestias.