La endoscopia del tracto gastrointestinal superior es una prueba en la que se inserta un tubo delgado llamado endoscopio a través de la boca hasta el estómago para ver las paredes de órganos como el esófago, el estómago y el comienzo de los intestinos. Por tanto, es una prueba muy utilizada para intentar identificar la causa de cualquier malestar abdominal que se produzca durante un largo período de tiempo e incluye síntomas como náuseas, vómitos, ardor, reflujo o dificultad para tragar.
Algunas de las enfermedades que se pueden identificar mediante endoscopia son:
- Gastritis;
- Úlcera gástrica o duodenal;
- Varices esofágicas;
- Pólipos;
- Hernia de hiato y reflujo.
Además, se puede realizar una biopsia durante la endoscopia, extrayendo una pequeña parte del órgano y enviándola a un laboratorio para su análisis, lo que ayuda a diagnosticar problemas más graves como la infección por H. pylori o el cáncer. Vea los síntomas del cáncer de estómago y cómo identificar una posible infección por H. pylori.
¿Qué preparación se necesita?
La preparación para la prueba implica ayunar durante al menos 8 horas y no usar antiácidos como ranitidina y omeprazol porque interfieren con la prueba.
Está permitido beber agua hasta 4 horas antes del examen, si es necesario tomar otros medicamentos, solo se deben usar pequeños sorbos de agua para ayudar, evitando que el estómago se llene de líquido.
Cómo rendir el examen
Durante el examen, normalmente se mantiene a la persona a un lado y se coloca anestesia en la garganta para reducir la sensibilidad de la región y facilitar el paso del endoscopio. Debido al uso de anestesia, el examen es indoloro y, en algunos casos, se pueden usar sedantes para ayudar al paciente a relajarse y quedarse dormido.
Se inserta un pequeño objeto de plástico en la boca para mantenerla abierta durante todo el procedimiento y facilitar el paso del endoscopio y mejorar la visualización. Durante el procedimiento, el médico libera aire a través del dispositivo y después de unos minutos puede causar la sensación de que el estómago está lleno.
Las imágenes obtenidas durante el examen se pueden registrar y durante el mismo procedimiento el médico puede extirpar los pólipos, recolectar material de biopsia o aplicar medicamentos en la región.
¿Cuánto tiempo dura la endoscopia?
El examen suele durar de 5 a 30 minutos, pero generalmente se recomienda que el individuo permanezca en la clínica bajo observación durante 30 a 60 minutos, esperando que desaparezcan los efectos de la anestesia.
Es común que la garganta se sienta adormecida o un poco adolorida, debido al paso de la banda, además de sentirse lleno en el estómago, debido al aire liberado en el abdomen durante el examen.
En caso de utilizar sedantes, se recomienda no conducir ni manejar maquinaria pesada durante el resto del día, ya que el fármaco reduce los reflejos corporales.
Posibles riesgos de la endoscopia
Las complicaciones asociadas con esta prueba son raras y ocurren principalmente con procedimientos prolongados, como la extirpación de pólipos.
Las complicaciones generalmente ocurren debido a alergias a los medicamentos utilizados y la presencia de problemas pulmonares o cardíacos, además de la perforación de los órganos internos y el sangrado.
Por lo tanto, si tiene síntomas de fiebre, dificultad para tragar, dolor abdominal, vómitos o heces oscuras o sangre de color rojo brillante después del procedimiento, debe acudir a un hospital de emergencia para ver si hay alguna complicación debido a la endoscopia.