Un ataque cardíaco fulminante es aquel que ocurre repentinamente y, a menudo, puede causar la muerte de la víctima antes de que el médico pueda tratarlo. Casi la mitad de los casos muere antes de llegar al hospital, debido a la rapidez con que ocurre y la falta de atención eficaz.
Este tipo de ataque cardíaco ocurre cuando hay un cese repentino del flujo sanguíneo al corazón y generalmente es causado por cambios genéticos, que causan cambios en los vasos sanguíneos o una arritmia severa. Este riesgo es mayor en personas jóvenes con cambios genéticos o en personas con factores de riesgo de enfermedades cardíacas como tabaquismo, obesidad, diabetes e hipertensión arterial.
Debido a su gravedad, un ataque cardíaco fulminante puede causar la muerte en cuestión de minutos si no se diagnostica y trata a tiempo, provocando una afección conocida como muerte súbita. Por este motivo, ante la presencia de síntomas que puedan indicar un infarto como dolor en el pecho, sensación de opresión o dificultad para respirar, es muy importante buscar atención médica lo antes posible.
¿Qué causa un ataque cardíaco fulminante?
Un ataque cardíaco fulminante generalmente es causado por la obstrucción del flujo sanguíneo debido a la ruptura de una placa de grasa, que está adherida a la pared interna de un vaso sanguíneo. Cuando esta placa se rompe, libera sustancias inflamatorias que bloquean el paso de la sangre que transporta oxígeno a las paredes del corazón.
El infarto fulmonar ocurre especialmente en los jóvenes porque todavía no tienen la llamada «circulación colateral» responsable de irrigar el corazón junto con las arterias coronarias. La falta de circulación y de oxígeno hace que el músculo cardíaco sufra, provocando dolor en el pecho, que luego puede resultar en la muerte del músculo cardíaco.
Además, las personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar un ataque cardíaco fulminante son:
- Antecedentes familiares de ataque cardíaco, que pueden indicar una predisposición genética;
- Edad mayor de 40 años;
- Altos niveles de estrés;
- Enfermedades como hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto, especialmente si no se tratan adecuadamente;
- A través del peso;
- De fumar
Si bien estas personas tienen una mayor predisposición, cualquier persona puede desarrollar un infarto, por lo que ante la presencia de signos y síntomas que indiquen esta situación, se recomienda acudir a urgencias de inmediato para confirmar los síntomas e iniciar el tratamiento lo antes posible. .
Principales síntomas
Aunque puede ocurrir sin previo aviso, un ataque cardíaco fulminante puede causar síntomas que pueden aparecer unos días antes, y no solo en el momento del ataque. Algunos de los más comunes incluyen:
- Dolor, pesadez o ardor en el pecho, que puede estar localizado o irradiado al brazo o la mandíbula;
- Sensación de digestión;
- Dificultad para respirar;
- Fatiga con sudor frío.
La intensidad y tipo de síntomas que se presentan varía en función de la gravedad de la lesión del miocardio, que es el músculo cardíaco, pero también de las características individuales de la persona, pues se sabe que las mujeres y los hombres diabéticos tienden a tener un infarto más tranquilo. Que los hombres.
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Qué hacer en caso de un infarto fulminante
Cuando una persona sufre un infarto fulminante, se recomienda que llame a una ambulancia o lleve a la víctima a un hospital de inmediato.
En espera de la ambulancia, es importante calmar el rostro y dejarlo en un lugar tranquilo y fresco, controlando siempre si está consciente y si hay presencia de pulsaciones en las articulaciones y movimientos respiratorios. Si una persona tiene un ritmo cardíaco o respiratorio, es posible realizar un masaje cardíaco en la cara para intentar reactivarlo, esta maniobra se llama RCP, que significa reanimación cardiopulmonar.
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Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del infarto fulminante se lleva a cabo en un hospital, donde el médico prescribe el uso de fármacos para mejorar la circulación sanguínea, como el AAS, además de procedimientos quirúrgicos para restablecer el flujo sanguíneo al corazón, como el cateterismo. Descubra qué es y cuáles son los riesgos del cateterismo.
En el caso de que un infarto provoque un infarto, el equipo médico iniciará un procedimiento de reanimación cardiopulmonar, con masaje cardíaco y, si es necesario, el uso de un desfibrilador, como forma de salvar la vida del paciente.
Además de esto, luego de la recuperación, es importante iniciar el tratamiento de rehabilitación de la capacidad física después de un infarto, mediante sesiones de fisioterapia, luego del alta del cardiólogo.
Cómo prevenir un infarto
Para reducir el riesgo de infarto, se recomiendan hábitos de vida saludables como comer bien, dando preferencia al consumo de verduras, cereales, verduras, frutas y carnes bajas en grasas, como la pechuga de pollo a la plancha.
Además, se recomienda la actividad física regular, como caminar durante al menos 30 minutos, 3 veces por semana. Otro consejo importante es beber mucha agua y evitar el estrés al intentar relajarse. Conozca algunos consejos para reducir su riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular.
Mire el siguiente video y descubra qué comer para prevenir un ataque cardíaco: