El herpes genital se transmite al entrar en contacto directo con ampollas o úlceras con líquido presente en los genitales, los muslos o el ano. La enfermedad suele provocar síntomas como dolor, ardor y picazón en la zona genital.
El herpes es una infección de transmisión sexual (ITS) y, por esta razón, la mayoría de los casos se transmiten a través de las relaciones sexuales. Sin embargo, también se puede transmitir a través de la boca o las manos que han estado en contacto directo con heridas provocadas por el virus.
Además, en algunos casos la transmisión del virus puede ocurrir incluso cuando no hay síntomas de la enfermedad, en contacto íntimo sin condón con una persona portadora del virus, pero no es común que ocurran. Si tienes herpes o si tu pareja tiene herpes genital, debes hablar con tu médico para definir estrategias para evitar contagiarlo a tu pareja.
¿Cómo sé si tengo herpes genital?
El diagnóstico de herpes genital generalmente se realiza mediante la observación de ampollas o heridas por líquido por parte de un médico, quien también puede tomar una muestra de la herida raspando para que el líquido sea analizado en un laboratorio, o puede solicitar un análisis de sangre específico para detectar el virus.
Cómo evitar infectarse
El herpes genital es una ITS que se puede adquirir fácilmente; sin embargo, existen algunas advertencias que pueden evitar que contraiga la enfermedad, como:
- Utilice siempre un condón durante todas las relaciones sexuales;
- Evite el contacto con fluidos de la vagina o el pene de personas portadoras del virus;
- Evite el contacto sexual si su pareja tiene picazón, enrojecimiento o incluso llagas líquidas en los genitales, los muslos o el ano;
- Evite el sexo oral, especialmente cuando su pareja tenga síntomas de herpes, como enrojecimiento o ampollas alrededor de la boca o la nariz, porque aunque los resfriados y el herpes genital pueden ser de diferentes tipos, pueden transmitirse de una zona a otra;
- Se debe evitar el intercambio diario de toallas y ropa de cama, compartir ropa íntima o toallas con una persona infectada;
- Evite compartir productos de higiene como jabón o esponjas de baño cuando su pareja tenga enrojecimiento o llagas con líquido en los genitales, muslos o ano.
Estas medidas ayudan a reducir las posibilidades de contraer el virus del herpes, pero no garantizan que no se infecte con el virus, ya que puede provocar distracciones y accidentes. Además, las personas con herpes genital deben tener el mismo cuidado para evitar transmitir el virus a otras personas.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del herpes genital se realiza mediante antivirales como Aciclovir o Valaciclovir, que reducen la replicación del virus en el organismo, ayudando así a reducir la replicación del virus en el organismo y a curar ampollas o llagas, provocando episodios de la enfermedad. curar más rápido.
Además, se pueden usar humectantes o anestésicos tópicos para ayudar a hidratar la piel y anestesiar el área afectada, aliviando el dolor, el malestar y la picazón causados por el virus.
El herpes no tiene cura, ni genital ni labial, porque no es posible eliminar el virus del organismo y si se trata cuando hay ampollas o úlceras en la piel.
Herpes genital en el embarazo
El herpes genital en el embarazo puede ser un problema porque el virus puede transmitirse al bebé durante el embarazo o el parto, lo que puede causar problemas graves como aborto espontáneo o retraso en el crecimiento del bebé. Además, si una mujer embarazada tiene un episodio de herpes durante el embarazo después de la semana 34 de embarazo, su médico puede recomendar una cesárea para reducir el riesgo de transmitir el virus a su bebé.
Por esta razón, las mujeres embarazadas que saben que son portadoras del virus deben hablar con su obstetra sobre la posibilidad de transmitir el virus a su bebé.