La gripe porcina, conocida popularmente como influenza o influenza H1N1, es una enfermedad respiratoria causada por el virus de la influenza A, que se identificó inicialmente en los cerdos, pero se ha descubierto que es una variante en los humanos. El virus se puede transmitir fácilmente a través de pequeñas gotas de saliva y secreciones respiratorias que permanecen suspendidas en el aire después de que una persona infectada estornuda o tose.
Los síntomas de la gripe porcina suelen aparecer de 3 a 5 días después del contacto con el virus y son similares a los de la gripe común, provocando fiebre, malestar general, dolores corporales y dolores de cabeza. Sin embargo, la infección por el virus de la gripe porcina puede provocar complicaciones graves; Es por ello que en 2009 se declaró el estado de emergencia debido al aumento de la circulación del virus entre la población y al gran número de muertes asociadas a la infección.
Los síntomas de la gripe porcina
Los síntomas de la gripe porcina suelen aparecer de 3 a 5 días después del contacto con el virus, y desarrollan signos y síntomas de la gripe común, como:
- Fiebre;
- Fatiga;
- Dolor en el cuerpo;
- Dolor de cabeza;
- Pérdida de apetito;
- Tos persistente;
- Dificultad para respirar;
- Náuseas y vómitos;
- Dolor de garganta;
- Diarrea.
En algunas ocasiones, una persona infectada con el virus responsable de la gripe porcina puede desarrollar complicaciones respiratorias graves a los pocos días de la aparición de los síntomas, lo que puede derivar en insuficiencia respiratoria. Además, debido a que en algunos casos es necesario respirar con la ayuda de aparatos, puede haber infecciones bacterianas secundarias, con un mayor riesgo de sepsis, que pueden poner en peligro la vida de una persona.
Cómo ocurre la infección
La propagación de la gripe porcina se produce a través de pequeñas gotas de saliva y secreciones respiratorias que quedan suspendidas en el aire cuando la persona infectada tose, estornuda o habla. Además, este virus es capaz de permanecer en superficies hasta 8 horas y, por este motivo, es posible que la enfermedad se transmita por contacto con superficies contaminadas.
La gripe porcina también se puede transmitir a través del contacto directo con cerdos infectados, sin embargo, la transmisión no ocurre cuando se consume la carne de estos cerdos, ya que el virus se inactiva y se elimina cuando se expone a altas temperaturas.
Cómo se realiza el tratamiento
Si existen signos y síntomas que te hagan sospechar de gripe porcina, es importante acudir al hospital para que se puedan realizar pruebas para diagnosticar la enfermedad, y luego es posible iniciar el tratamiento más adecuado. El tratamiento se suele realizar con la persona de forma aislada para evitar transmitir el virus a otras personas, esto incluye reposo, ingesta de líquidos y el uso de ciertos agentes antivirales.
En los casos más graves, puede ser necesaria la ventilación mecánica para evitar la insuficiencia respiratoria y, en estos casos, puede estar indicado el uso de antibióticos para prevenir infecciones bacterianas secundarias, que pueden complicar aún más la salud de la persona.
Es importante tomar medidas que ayuden a prevenir infecciones y transmisión de enfermedades, se recomienda evitar el intercambio de artículos personales, permanecer en interiores por mucho tiempo o con poca circulación de aire donde hay más personas y contacto con personas sospechosas. tener gripe porcina; Además, es importante cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar y lavarse las manos con regularidad.
En el siguiente video puedes ver cómo lavarse bien las manos para evitar enfermedades: