Un quiste hemorrágico, también conocido como folículo hemorrágico, es una masa que se forma cuando un pequeño vaso sanguíneo se rompe en un quiste folicular, cuerpo lúteo o endometrial y es generalmente una situación cuyos signos y síntomas varían de una mujer a otra. , puede ser asintomático o causar mucho dolor en el abdomen o en el abdomen.
El quiste generalmente aparece y desaparece de forma natural durante los ciclos menstruales y generalmente no requiere tratamiento, excepto en los casos más severos cuando la cirugía puede ser necesaria.
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Los principales signos y síntomas.
Los síntomas de un quiste ovárico hemorrágico pueden incluir:
- Calambres abdominales en el lado izquierdo o derecho del abdomen, según el ovario afectado;
- Dolor durante el contacto íntimo;
- menstruación retrasada;
- Náuseas y vómitos;
- Pérdida de peso sin motivo aparente;
- Signos de anemia como debilidad, palidez, fatiga o mareos;
- Senos suaves.
Estos síntomas ocurren cuando el quiste se agranda debido a la acumulación de sangre en él, lo que provoca presión en las paredes de los ovarios y generalmente son más evidentes durante la menstruación. Algunos tipos de quistes pueden producir hormonas como la progesterona y, en estos casos, además de los síntomas, la mujer puede tener dificultades para concebir.
Que complicaciones pueden ocurrir
Un quiste hemorrágico en algunas situaciones puede causar complicaciones, puede llevar a su rotura o torsión de los ovarios, que es cuando los ovarios rotan y hacen que se detenga el flujo sanguíneo, impidiendo la circulación sanguínea. Ambas situaciones provocan fuertes dolores en la región abdominal y son una urgencia ginecológica que generalmente requiere cirugía.
Cómo se hace el diagnóstico
La presencia de un quiste hemorrágico se diagnostica mediante ecografía transvaginal o pélvica, que muestra su ubicación, la presencia de sangrado y su tamaño, que, aunque es poco frecuente, puede alcanzar hasta 50 cm de diámetro.
Su médico también puede ordenar análisis de sangre para ayudar a determinar si el quiste está produciendo hormonas, y también puede requerir una ecografía de seis meses o un año para monitorear la evolución del quiste.
Vea cómo se realiza una ecografía transvaginal.
Cómo se realiza el tratamiento
Generalmente, el tratamiento de un quiste hemorrágico consiste en el uso de analgésicos como Dipiron, bajo la supervisión de un médico, ya que los quistes tienden a desaparecer de forma natural después de 2 o 3 ciclos menstruales.
Para aliviar el dolor y la hinchazón, se puede colocar una bolsa de agua caliente o una compresa caliente en la región pélvica para estimular la circulación sanguínea.
Su médico también puede sugerirle que tome anticonceptivos orales, ya que reducen la producción de hormonas que estimulan el crecimiento de los quistes.
La cirugía laparoscópica puede ser prescrita por un médico en los siguientes casos: si el quiste tiene más de 5 cm de diámetro, no desaparece espontáneamente o tiene características malignas; si hay dolor abdominal intenso y persistente; o si ocurren complicaciones como rotura o torsión ovárica.
¿Puede un quiste hemorrágico convertirse en cáncer?
Un quiste hemorrágico suele ser benigno, pero existen casos de cáncer de ovario que pueden manifestarse por la presencia de varios quistes. Por lo tanto, los quistes ováricos, que tienen un mayor riesgo de cáncer, suelen tener las siguientes características:
- Presencia de marcadores tumorales elevados en la sangre como CA-125;
- Quiste con componentes sólidos en su interior;
- Quiste de más de 5 cm;
- Presencia de varios quistes juntos;
- Extravasación de líquido fuera del quiste;
- Presencia de fronteras y barreras irregulares.
El tratamiento del cáncer de ovario consiste en extirpar el ovario afectado, mediante una cirugía realizada por un ginecólogo o un cirujano general.
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