Semana gestacional: 23 semanas
Equivalente al mes: comienzo del sexto mes
Equivalente a días: 155-161 días de embarazo
A las 23 semanas de gestación, el desarrollo del bebé está marcado por el inicio de la producción de insulina pancreática, una hormona que controla los niveles de azúcar en sangre. La piel del bebé ya es porosa y los intestinos comienzan a realizar los primeros movimientos que servirán para la futura digestión de los alimentos después del nacimiento.
Durante esta semana, una mujer puede experimentar sofocos (calor) debido a cambios hormonales normales durante el embarazo y dificultad para respirar debido al crecimiento del útero, que puede comprimir los pulmones. También pueden persistir los síntomas de hinchazón en las piernas y los pies, dolor pélvico o contracciones de Braxton Hicks.
Desarrollo del bebé
A las 23 semanas de gestación, los huesos del bebé se fortalecen porque el esqueleto, que estaba formado por cartílago, un tipo de tejido más blando que el hueso, se convierte gradualmente en tejido óseo.
La piel del bebé está más arrugada, cubierta por una fina capa de pelo conocida como lanugo, y aunque es transparente, ya es más rosada por la presencia de vasos sanguíneos.
Los pulmones continúan desarrollándose, especialmente los vasos sanguíneos que serán los encargados de intercambiar gases en los pulmones después del nacimiento, eliminar el dióxido de carbono y absorber oxígeno del aliento.
En esta etapa del embarazo, el páncreas del bebé comienza a producir insulina, la hormona responsable de controlar los niveles de azúcar en sangre, y los intestinos comienzan a realizar los primeros movimientos peristálticos necesarios para la digestión futura cuando nazca el bebé.
El tamaño y el peso del bebé.
El tamaño del feto en la semana 23 de embarazo es de unos 20,3 cm, que es igual al tamaño de un mango. El peso del bebé esta semana es de aproximadamente 565 g.
Cambios en el cuerpo de una mujer.
A las 23 semanas de gestación, una mujer puede continuar experimentando dolor pélvico, hinchazón de las piernas o los pies, o contracciones de Braxton Hicks y pueden desarrollar calambres en las piernas.
También puede haber dolor en las costillas a medida que los senos se expanden para acomodar al bebé en crecimiento, así como cierta dificultad para respirar, ya que un útero agrandado puede ejercer presión sobre los pulmones.
En esta etapa del embarazo, debido a los cambios hormonales normales del embarazo, una mujer puede presentar sofocos y una mayor sensibilidad en las mamas, lo que se produce por el aumento del tamaño de las glándulas productoras de leche, que se preparan para una futura lactancia.
Cuidados durante la semana 23
Durante la semana 23 de gestación, es importante tener algunos cuidados para ayudar a aliviar cualquier malestar que pueda ocurrir, como:
- Dolor pélvico: Hacer estiramientos ligeros y movimientos suaves, practicar yoga o Pilates, siempre bajo la guía de un médico, ayudan a fortalecer la musculatura para soportar los cambios en el cuerpo durante el embarazo. Sin embargo, si el dolor no mejora o si aparece fiebre, comuníquese con un médico de inmediato;
- Hinchazón de piernas y pies: Caminar u otros ejercicios recomendados por su médico y sentarse o acostarse con los pies en alto siempre que sea posible pueden ayudar a aliviar la incomodidad de los pies y piernas hinchados. Sin embargo, si la hinchazón no mejora, comienza repentinamente o hay hinchazón en los brazos o la cara, busque atención médica de inmediato, ya que esto puede ser un signo de preeclampsia. Obtenga más información sobre la preeclampsia y cómo se realiza el tratamiento;
- Contracciones de Braxton Hicks: El movimiento del cuerpo o la realización de ejercicios recomendados por un médico ayudan a aliviar las molestias de las contracciones. Sin embargo, si la contracción es severa, muy común o está acompañada de otros síntomas como dolor de espalda, sangrado vaginal o secreción, busque atención médica de inmediato, ya que la mujer puede haber dado a luz. Aprenda a identificar los primeros síntomas del parto;
- Calambres en las piernas: Masajear la pantorrilla, aplicar compresas tibias o usar suplementos como calcio, magnesio o vitamina B, según lo recomiende su médico, puede ayudar a reducir los calambres;
- Dolor en las costillas o dificultad para respirar: poner los pies y relajarse puede ayudar a aliviar estas molestias. Sin embargo, si una mujer experimenta falta de aire severa, falta de aire, respiración rápida o hiperventilación, dolor en el pecho o sus labios o dedos están magullados, busque atención médica lo antes posible;
- Olas de calor: Un baño tibio, usar ropa más holgada y liviana, evitar quedarse en lugares muy calientes y usar un ventilador o aire acondicionado en la habitación puede ayudar a reducir esta incomodidad.
Durante el embarazo, es importante mantener tu cuerpo hidratado bebiendo al menos 8 vasos de agua al día, ya que esto ayuda a mejorar la circulación sanguínea y a aliviar los síntomas de calambres, hinchazón de piernas y pies y sofocos.
También es importante tener una dieta equilibrada y nutritiva que incluya alimentos ricos en calcio como la leche, el yogur o el brócoli, así como fruta fresca, por ejemplo, para aportar los nutrientes necesarios para el sano desarrollo de un bebé. Obtenga más información sobre la dieta durante el embarazo.
También debes seguir las recomendaciones médicas, tomar suplementos prescritos por un obstetra y practicar actividad física como natación, gimnasia acuática o caminatas, con el fin de fortalecer los músculos y controlar el exceso de peso durante el embarazo.
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