La perforación inflamada ocurre cuando hay un cambio en el proceso de curación, causando dolor, hinchazón y enrojecimiento por encima de lo normal después de la perforación.
El tratamiento del piercing inflamado debe ser dirigido preferentemente por una enfermera o médico de cabecera, según el tipo de herida y el grado de inflamación, se recomienda mantener la región limpia y seca, evitando la humedad y el sudor, medicamentos y antibióticos.
Entonces, los principales cuidados que se deben tener durante cualquier tipo de perforación son:
- Lavar la zona al menos 2 veces al día con agua y jabón, que puede ser de pH neutro o antibacteriano, y luego secar con un paño o gasa limpia;
- Evite dejar la zona húmeda, con acumulación de sudor o secreciones, vistiendo ropa holgada y manteniendo seca la zona;
- Evite frotar perforar ropa o accesorios;
- Limpiar el área con solución salina y una bola de algodón.. También puede utilizar una solución casera hecha con 250 ml de agua limpia y tibia con 1 cucharadita de sal;
- Toma medicamentos antiinflamatorios como ibuprofeno, nimesulida o ketoprofeno, para reducir la inflamación y aliviar el dolor;
- Cuidado con la comida, porque hay algunos alimentos o abarrotes que pueden dificultar el tratamiento, como dulces, refrescos, frituras y embutidos. Los alimentos antiinflamatorios pueden ayudar a tratar las perforaciones inflamadas, algunas de las cuales son el azafrán y el ajo, por ejemplo. Descubra qué son los alimentos antiinflamatorios.
Cuando la inflamación no mejora con estos cuidados, se recomienda consultar a un médico de cabecera, ya que puede ser necesario iniciar tratamiento con antibióticos como cefalexina o pomada.
En caso de que el piercing inflamado sea en la boca, lengua o labio, además de estas preocupaciones, es importante ingerir alimentos blandos para ayudar a reducir las molestias y el dolor.
No se deben utilizar productos como la miel, el aloe u otras grasas caseras ya que pueden acumular suciedad en la región e impedir el proceso de curación. Los productos como el alcohol, el yodo o el peróxido de hidrógeno suelen causar irritación, deben usarse solo en caso de heridas grandes que necesiten cicatrización.
Cómo saber si está inflamado
Después del piercing, ya sea en el ombligo, la nariz, la oreja, el labio o la lengua, es normal tener una inflamación en la región al inicio, que suele durar 2 días. Además, es posible que tenga enrojecimiento, secreción clara y algo de malestar o dolor. Sin embargo, algunos signos pueden indicar que hay más inflamación de lo normal o incluso que se ha producido una infección, estos signos son:
- Enrojecimiento o hinchazón que no mejora después de 3 días;
- Agrandamiento de la zona enrojecida e hinchada hacia la piel que la rodea;
- Dolor muy intenso o insoportable;
- Presencia de pus con secreción blanca, amarillenta o verdosa o sangre en la región;
- Presencia de fiebre o malestar.
En presencia de estos signos y síntomas, debe acudir al médico o al hospital de urgencias lo antes posible para que pueda iniciar el tratamiento con antiinflamatorios y antibióticos recetados por un médico de cabecera.
Cómo evitar la inflamación
Para evitar la inflamación del piercing, es importante tomar algunas precauciones después de su colocación, como por ejemplo:
- No permita que la ropa o los accesorios se froten contra el área de la perforación;
- Evite la acumulación de sudor o secreción;
- Mantenga la zona limpia y seca, evitando ir a la playa o piscina hasta que la herida haya cicatrizado;
- A la hora de limpiar la zona, se recomienda mover levemente la pieza, con cuidado y con las manos limpias, para evitar el depósito de secreciones que puedan aliviar la infección.
Además, el piercing debe colocarse en un lugar seguro donde se esterilicen los materiales, ya que el uso de material contaminado puede provocar infecciones graves o incluso transmitir enfermedades como la hepatitis y el VIH. Vea más detalles sobre cómo cuidar su piercing para prevenir su inflamación.