Cómo controlar la eyaculación precoz

La eyaculación precoz ocurre cuando un hombre alcanza el orgasmo en los primeros segundos después de la penetración o antes de la penetración, lo que provoca insatisfacción en la pareja.

Esta disfunción sexual es más común en los adolescentes debido a los cambios hormonales, lo que facilita la excitación, pero también puede ocurrir en los adultos, y en estos casos se asocia a factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o el miedo, por ejemplo.

La eyaculación precoz se puede controlar mediante algunas técnicas y ejercicios, pero en algunos casos incluso puede ser necesario utilizar medicación o realizar psicoterapia. Por eso, lo ideal es consultar a un urólogo para identificar la posible causa de la eyaculación precoz e iniciar el tratamiento más adecuado.

Opciones de tratamiento para el control de la eyaculación

Su urólogo puede recomendar y administrar varios tipos de tratamiento, que incluyen:

1. Técnica «Start-Stop».

Esta técnica es muy utilizada y ayuda al hombre a acostumbrarse a necesitar más tiempo para eyacular. Para ello, la técnica se realiza en pasos graduales que incluyen:

  1. El primer día, el hombre debe masturbarse con la mano seca, realizando 3 movimientos y deteniéndose durante 2 o 3 segundos. Después de cada pausa tienes que volver a hacer 3 movimientos y detenerte. Este modelo debe mantenerse 10 veces. En caso de que la eyaculación se produzca antes de estas 10 veces, el ejercicio debe repetirse durante los próximos días hasta llegar a las 10 veces;
  2. Una vez que hayas logrado hacer 10 veces de 3 movimientos, la técnica debe repetirse pero con 5 movimientos seguidos, intercalados con pausas;
  3. Cuando logra hacer 10 veces de 5 movimientos, tiene que hacer 7 movimientos seguidos;
  4. Cuando hayas logrado 10 veces con 7 movimientos seguidos, debes repetir toda la técnica, comenzando de nuevo con los 3 movimientos, pero con la mano mojada, usando un poco de lubricante o vaselina para ello;
  5. Cuando se vuelvan a conseguir los 7 movimientos, la técnica debe repetirse, pero por parte del compañero.

Cada paso de esta técnica debe realizarse en días diferentes o con una diferencia de varias horas, para que el estímulo y las ganas de eyacular sean similares.

Idealmente, durante esta técnica, el hombre debe aprender a identificar las sensaciones y ser capaz de controlarlas, prolongando el tiempo hasta la eyaculación. Para obtener los mejores resultados, es importante seguir la técnica con un urólogo.

2. Técnica de compresión

En esta técnica, el hombre aprende a reconocer las sensaciones que ocurren antes de la eyaculación y a controlarlas. La gran ventaja de esta técnica es que puede realizarla el propio hombre y no pedir ayuda a su pareja.

La técnica consiste en estimular el pene mediante la masturbación o las relaciones sexuales, y cuando sientas que estás eyaculando debes detenerte y presionar sobre la cabeza del pene.

Para ello, se debe colocar el pulgar en la parte inferior de la cabeza del pene, por encima del frenillo, y con el dedo índice y el dedo medio presionar el pene cerrando la uretra. La presión debe mantenerse durante 3 a 4 segundos y debe ser un poco incómoda pero no dolorosa. Esta técnica debe repetirse como máximo 5 veces seguidas.

Otra opción de compresión es apretar la base del pene. Esta técnica se puede realizar durante la penetración, pero es importante pedirle a su pareja o pareja que no se mueva, evitando la estimulación en el momento de la compresión.

3. Técnica de desensibilización

Esta es una técnica bastante simple, pero puede que no funcione para todos los hombres, ya que consiste en masturbarse 1 o 2 horas antes del sexo, lo que reduce la sensibilidad al orgasmo.

Además, si un hombre no usa condón debido a una relación de larga duración, el urólogo puede aconsejar su uso, ya que normalmente reduce la sensibilidad del pene, permitiendo el control del orgasmo.

4. Haz ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel le permiten fortalecer los músculos de la parte inferior de la pelvis, que son el grupo de músculos que permanecen en la región pélvica y alrededor de la uretra. Cuando estos músculos se fortalecen, un hombre puede lograr una mayor capacidad de control de la eyaculación, evitando que aparezca cuando, por ejemplo, los contrae.

Estos ejercicios también se utilizan cuando hay incontinencia urinaria y deben realizarse todos los días en 10 series de 10 repeticiones. Vea paso a paso cómo hacer correctamente los ejercicios de Kegel.

5. Uso de anestésicos locales

Algunos ungüentos o aerosoles que contienen un anestésico, como la lidocaína o la benzocaína, se pueden utilizar para reducir la sensibilidad del pene y aumentar la duración de las relaciones sexuales sin provocar la eyaculación. Este tipo de producto debe ser recetado por un médico y aplicado de 10 a 15 minutos antes de las relaciones sexuales.

Además de estos productos, existen algunos condones que contienen anestésicos que también se pueden usar. Algunos ejemplos son:

  • Durex placer prolongado;
  • Efecto entretenido de Durex;
  • Controla el efecto de ralentización.

Aunque los anestésicos tienen un gran efecto en retrasar la eyaculación, también pueden causar algunos efectos secundarios, siendo el más común que los hombres reporten una disminución del placer debido a la falta de sensibilidad.

6. Uso de drogas

Los fármacos se suelen utilizar cuando otras técnicas no dan los resultados deseados. Los medicamentos siempre deben ser recomendados por un urólogo y generalmente incluyen antidepresivos como sertralina, fluoxetina o trazodona, que tratan principalmente la ansiedad, que es muy común en estos casos.

Consulte una lista más completa de medicamentos para tratar la eyaculación precoz.

¿Es la eyaculación precoz una cura?

La cura para la eyaculación precoz se puede lograr con la ayuda de técnicas simples de autocontrol, pero cuando eso no sea suficiente, puede intentar reducir la sensibilidad del órgano sexual masculino o tomar medicamentos recetados por un médico. Una gran estrategia para tratar la eyaculación precoz es hacer ejercicios de Kegel unas 300 veces al día, todos los días.

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