El síndrome metabólico corresponde a un grupo de enfermedades que juntas pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle trastornos cardiovasculares. Los factores que pueden estar presentes en este síndrome incluyen la acumulación de grasa en la región abdominal, cambios en los niveles de colesterol y triglicéridos y aumento de la presión arterial y los niveles de glucosa circulante.
Es importante que los factores del síndrome metabólico sean identificados y tratados según las indicaciones de un endocrinólogo, cardiólogo o médico de cabecera para prevenir complicaciones. El tratamiento consiste, en la mayoría de los casos, en el uso de medicamentos que ayuden a regular los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial, además de la actividad física regular y una dieta sana y equilibrada.
Principales síntomas
Los signos y síntomas del síndrome metabólico están relacionados con las enfermedades que padece la persona, pudiendo confirmarse lo siguiente:
- Acantosis nigricans: son manchas oscuras alrededor del cuello y en los pliegues de la piel;
- Espesor: acumulación de grasa abdominal, fatiga, dificultad para respirar y sueño, dolor en las rodillas y tobillos por exceso de peso;
- Diabetes: boca seca, mareos, fatiga, micción excesiva;
- Alta presión: dolor de cabeza, mareos, tinnitus;
- Colesterol y triglicéridos altos: la aparición de bolitas aceitosas en la piel, conocidas como xantelasma e hinchazón abdominal.
Tras evaluar los signos y síntomas presentados, el médico podrá solicitar una serie de pruebas para identificar si la persona presenta alguno de los factores asociados al síndrome metabólico y, así, indicar el tratamiento más adecuado.
Cómo se hace el diagnóstico
Para diagnosticar el síndrome metabólico, se deben realizar algunas pruebas para identificar los factores que pueden estar asociados con este grupo de enfermedades y el mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. De esta forma, para poder confirmar el diagnóstico, es necesario que la persona tenga al menos 3 de los siguientes factores:
- Glucosa en sangre ayuno entre 100 y 125 horas y después de las comidas entre 140 y 200 horas;
- Circunferencia abdominal entre 94 y 102 cm, en hombres y entre 80 y 88 cm, en mujeres;
- Triglicéridos altos, por encima de 150 mg / dl o más;
- Alta presión más de 135/85 mmHg;
- colesterol LDL alto;
- Colesterol HDL bajo.
Además de estos factores, el médico tiene en cuenta los antecedentes familiares y el estilo de vida, como la frecuencia de ejercicio y la dieta, por ejemplo. En algunos casos, pueden estar indicadas otras pruebas como creatinina, ácido úrico, microalbuminuria, niveles de proteína C reactiva (PCR) y una prueba de tolerancia a la glucosa, también conocida como PTG.
Tratamiento para el síndrome metabólico
El tratamiento para el síndrome metabólico debe ser prescrito por un médico de cabecera, endocrinólogo o cardiólogo de acuerdo con los signos y síntomas de la persona y las enfermedades que padece. Por lo tanto, su médico puede recetarle la medicación adecuada para cada caso, además de recomendarle cambios en el estilo de vida y el estilo de vida.
Tratamiento natural
El tratamiento del síndrome metabólico debe incluir inicialmente cambios en los hábitos de vida, priorizando los cambios en la dieta y la actividad física. Las principales pautas incluyen lo siguiente:
- Perder peso mientras que el IMC no es inferior a 25 kg / m2, y también para reducir la grasa abdominal, porque el riesgo de enfermedad cardíaca es mayor en este tipo de pacientes;
- Tener una dieta sana y equilibrada, evitar el uso de sal en comidas y alimentos demasiado dulces o grasos, como frituras, refrescos y comidas precocinadas, por ejemplo;
- Haga ejercicio 30 minutos al día, como caminar, correr o andar en bicicleta. En ciertos casos, el médico puede recomendar un plan de ejercicios o derivar al paciente a un fisioterapeuta.
En caso de que estas opiniones no sean suficientes para controlar el síndrome metabólico, el médico puede sugerir el uso de medicamentos.
Tratamiento de drogas
Los medicamentos para el síndrome metabólico generalmente son recetados por un médico cuando el paciente no puede perder peso, disminuir los niveles de azúcar y colesterol en la sangre o disminuir la presión arterial solo con la dieta y el ejercicio. En estos casos, su médico puede sugerir el uso de medicamentos para los siguientes propósitos:
- Presión sanguínea baja, como losartan, candesartan, enalapril o lisinopril;
- Menor resistencia a la insulina y menor azúcar en sangre, como metformina o glitazonas;
- Reducir el colesterol y los triglicéridos. tales como rosuvastatina, atorvastatina, simvastatina, ezetimiba o fenofibrato;
- Perder peso, como la fentermina y la sibutramina, que suprimen el apetito u orlistat, que inhibe la absorción de grasas.
Es importante que el tratamiento se lleve a cabo de acuerdo con las pautas médicas para evitar complicaciones.