La cistoscopia, o uretrocistoscopia, es una prueba de imagen que se realiza principalmente para identificar cualquier cambio en el sistema urinario, principalmente la vejiga. Esta prueba es simple y rápida y se puede realizar en el consultorio de un médico con anestesia local.
Un urólogo o un ginecólogo puede recomendar la cistoscopia para investigar la causa de sangre en la orina, incontinencia urinaria o infecciones, por ejemplo, además de confirmar la presencia de cualquier cambio en la vejiga. Si se nota alguna anomalía en este órgano o en la uretra, el médico puede solicitar una biopsia para concluir el diagnóstico y comenzar el tratamiento.
Cuando se indica
La cistoscopia se realiza principalmente para examinar los síntomas e identificar cambios en la vejiga, y el médico puede solicitarla para los siguientes propósitos:
- Diagnostica tumores en la vejiga o la uretra;
- Identificar infecciones en la uretra o la vejiga;
- Compruebe si hay cuerpos extraños;
- Estimar el tamaño de la próstata, en el caso de los hombres;
- Identificar cálculos renales;
- Ayude a identificar la causa del ardor o el dolor al orinar;
- Determine la causa de la sangre en la orina;
- Verifique la causa de la incontinencia urinaria.
Durante el examen, si se encuentra un cambio en la vejiga o la uretra, el médico puede recolectar un trozo de tejido y ordenar una biopsia para hacer un diagnóstico y comenzar el tratamiento si es necesario.
Descubra qué es una biopsia y cómo se hace.
Preparación para el examen
La prueba no requiere ninguna preparación y la persona puede beber y comer normalmente. Sin embargo, antes de que se realice, es importante que el paciente vacíe la vejiga por completo, por lo general recolectando una muestra de orina para su análisis e identificación de infecciones, por ejemplo. Vea cómo se hace la prueba de orina.
Cuando el paciente elige someterse al examen bajo anestesia general, es necesario permanecer en el hospital, ayunar durante al menos 8 horas y dejar de usar cualquier anticoagulante que esté usando.
Como es el procedimiento
La cistoscopia es un examen rápido que toma un promedio de 15 a 20 minutos y se puede realizar en el consultorio de un médico con anestesia local. El instrumento utilizado en la cistoscopia se llama cistoscopio y corresponde a un dispositivo delgado que tiene una microcámara en el extremo y puede ser flexible o rígido.
El tipo de cistoscopio utilizado varía según el propósito del procedimiento:
- Cistoscopio flexible: se utiliza cuando la cistoscopia se realiza solo para la observación de la vejiga y la uretra, ya que permite una mejor visualización de las estructuras urinarias debido a su flexibilidad;
- Cistoscopio sólido: Se usa cuando es necesario recolectar una muestra de biopsia o inyectar un medicamento en la vejiga. En algunos casos, cuando su médico identifica anomalías de la vejiga durante el examen, es posible que deba realizarse una cistoscopia rígida de inmediato.
Para realizar el examen, el médico limpia la región y aplica un gel anestésico para que el paciente no sienta molestias durante el mismo. Cuando la región ya no es sensible, el médico inserta el cistoscopio y observa la uretra y la vejiga examinando las imágenes tomadas con la microcámara presente en el extremo del instrumento.
Durante el examen, el médico puede inyectar solución salina para dilatar la vejiga y controlarla mejor o un medicamento que es absorbido por las células cancerosas, convirtiéndolas en fluorescentes cuando se sospecha cáncer de vejiga, por ejemplo.
Después del examen, las personas pueden volver a sus actividades normales, pero es común que después del efecto de la anestesia la región pueda estar levemente adolorida, además de la presencia de sangre en la orina y ardor al orinar, por ejemplo. Estos síntomas generalmente desaparecen después de 48 horas, pero si continúan, es importante que le diga a su médico que tome las medidas necesarias.