La angiografía, también conocida como angiografía o arteriografía, es una prueba diagnóstica que permite una mejor visualización del interior de los vasos sanguíneos para evaluar su forma y diagnosticar posibles enfermedades como aneurismas o arteriosclerosis, por ejemplo.
De esta forma, esta prueba se puede realizar en diferentes zonas del cuerpo, como el cerebro, el corazón o los pulmones, por ejemplo, dependiendo de la enfermedad que se esté diagnosticando.
Para facilitar el seguimiento completo de los vasos sanguíneos, es necesario utilizar un medio de contraste, que se inyecta mediante cateterismo, que es una técnica en la que se inserta un tubo delgado en una arteria de la ingle o el cuello para llegar al sitio que necesita. para evaluar.
¿Para que sirve la angiografía?
Dependiendo del área donde se realiza, esta prueba ayuda a diagnosticar ciertas afecciones, como las siguientes:
Angiografía cerebral
- Aneurisma Cerebral;
- Tumor cerebral;
- Presencia de coágulos, que pueden provocar un accidente cerebrovascular;
- Estrechamiento de las arterias cerebrales;
- Hemorragia cerebral.
Angiografia coronaria
- Defectos congénitos del corazón;
- Cambios en las válvulas cardíacas;
- Estrechamiento de las arterias del corazón;
- Disminución de la circulación sanguínea al corazón;
- Presencia de coágulos, que pueden provocar un infarto.
Angiografía pulmonar
- Malformaciones pulmonares;
- Aneurisma de arteria pulmonar;
- hipertensión pulmonar;
- Embolia pulmonar;
- Tumor de pulmón.
Angiografía ocular
- Retinopatía diabética;
- Degeneración macular;
- Tumores oculares;
- Presencia de coágulos.
Generalmente, esta prueba se realiza solo cuando otras pruebas menos invasivas, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, no han logrado identificar correctamente la afección.
Cómo se realiza la prueba
Para realizar una angiografía, se aplica anestesia en el sitio del catéter, que es un pequeño tubo que el médico conduce hasta donde se van a evaluar los vasos sanguíneos, normalmente en la ingle o el cuello. .
Después de insertar el catéter en el área a analizar, el médico inyecta el contraste y toma varias radiografías con la máquina de rayos X. color en las imágenes capturadas, permitiendo observar todo el recorrido del vidrio.
Durante el angiograma, la persona permanece despierta; sin embargo, debido a que el paciente debe evitar moverse, el médico puede aplicar un sedante, lo que puede hacer que se sienta un poco somnoliento.
Esta prueba dura aproximadamente una hora, después de la cual es posible regresar a casa de inmediato, ya que no es necesario usar anestesia general. En algunos casos, puede ser necesario colocar un punto y luego aplicar un apósito en el área donde se inserta el catéter.
Cómo prepararse para la prueba
Para realizar una angiografía, es importante ayunar durante 8 horas para evitar los vómitos, especialmente si el médico está usando un sedante durante el procedimiento.
Además, en algunos casos es necesario suspender el uso de ciertos medicamentos 2 a 5 días antes del procedimiento, como anticoagulantes como Coumadin (warfarina), Lovenox (enoxaparina) o aspirina (ácido acetilsalicílico) o antidiabéticos, como. como Glucophage (metformina), por ejemplo. Por esta razón, es muy importante que informe a su médico sobre los medicamentos que está tomando.
Cuidado posterior a la prueba
En las 24 horas posteriores a la angiografía debes permanecer quieto y no realizar actividad física para evitar hemorragias. Por otro lado, los medicamentos de uso común solo deben tomarse cuando los prescribe un médico.
Riesgos de la angiografía
El riesgo más común de esta prueba es que se produzca una reacción alérgica al medio de contraste utilizado; sin embargo, el médico generalmente tiene medicamentos listos para inyectarse en caso de que esto suceda. El medio de contraste también puede causar sangrado en el sitio de inserción del catéter o problemas renales.
Obtenga más información sobre los riesgos de las pruebas de contraste.