La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por Mycobacterium tuberculosis, conocida popularmente como bacilo de Koch, que ingresa al cuerpo a través de las vías respiratorias superiores y se instala en los pulmones u otras partes del cuerpo, causando tuberculosis extrapulmonar.
Los síntomas de la tuberculosis suelen estar relacionados con el lugar donde se encuentran las bacterias, con síntomas respiratorios más comunes como tos seca y con sangre, dolor en el pecho al toser y dificultad para respirar. Es importante consultar a un infectólogo o médico de cabecera tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de la tuberculosis, ya que esto permite iniciar el tratamiento lo antes posible, habitualmente con una combinación de antibióticos.
Los principales síntomas de la tuberculosis.
Los síntomas de la tuberculosis están relacionados principalmente con el desarrollo de bacterias en los pulmones y pueden incluir tos seca y persistente con o sin sangre, pérdida de peso, dolor en el pecho al toser y dificultad para respirar.
Sin embargo, cuando la bacteria se desarrolla en otros órganos, pueden aparecer otros síntomas como fatiga excesiva, sudores nocturnos, fiebre e hinchazón en el área donde se encuentran las bacterias. Conozca los principales síntomas de la tuberculosis.
Tipos de tuberculosis
Según el lugar donde se asientan y desarrollan las bacterias de la tuberculosis, la tuberculosis se puede clasificar en varios tipos, los principales de los cuales son:
- Tuberculosis pulmonar: Es la forma más común de la enfermedad y se produce por la entrada del bacilo al tracto respiratorio superior y acomodación en los pulmones. Este tipo de tuberculosis se caracteriza por una tos seca y persistente, con o sin sangre, que es la principal forma de infección porque las gotitas de saliva liberadas por la tos contienen bacilos de Koch, que pueden infectar a otras personas;
- Tuberculosis miliar: Es una de las formas más graves de tuberculosis y ocurre cuando el bacilo ingresa al torrente sanguíneo y llega a todos los órganos, con riesgo de meningitis. Además de afectar gravemente a los pulmones, otros órganos pueden verse afectados;
- Tuberculosis de los huesosAunque no es muy común, ocurre cuando el bacilo logra penetrar y desarrollarse en los huesos, lo que puede causar dolor e inflamación, que no siempre se diagnostica y trata como tuberculosis;
- Tuberculosis de los ganglios linfáticos: es causada por el bacilo que ingresa al sistema linfático y puede afectar los ganglios linfáticos del tórax, la ingle, el abdomen o, más comúnmente, el cuello. Este tipo de tuberculosis extrapulmonar no es contagiosa y tiene cura cuando se trata adecuadamente. Obtenga más información sobre los síntomas de la tuberculosis nodular.
- Tuberculosis pleural: ocurre cuando el bacilo afecta la pleura, el tejido que recubre los pulmones, provocando graves dificultades respiratorias. Este tipo de tuberculosis extrapulmonar no es contagiosa, pero puede adquirirse por contacto con una persona con tuberculosis pulmonar o es una evolución de la tuberculosis pulmonar.
Es importante que el tipo de tuberculosis sea diagnosticado por un infectólogo o médico de cabecera según los síntomas presentados y los resultados de los exámenes, pues de esta forma es posible iniciar el tratamiento adecuado para combatir la bacteria, y así prevenir su desarrollo. .enfermedad y aparición de complicaciones.
En el caso de la tuberculosis pulmonar, el diagnóstico se puede realizar mediante radiografías y análisis de flemas para identificar el bacilo tuberculoso, también llamado BAAR (Alcohol Bacilo Resistente al Ácido). Se recomienda una biopsia del tejido afectado para diagnosticar la tuberculosis extrapulmonar. De manera similar, su médico puede recomendar una prueba cutánea de tuberculina, también conocida como Mantoux o PPD, que es negativa en 1/3 de los pacientes. Aprenda a hacer PPD.
Transmisión de tuberculosis
La tuberculosis se puede transmitir a través del aire, de persona a persona, a través de la inspiración de gotitas infectadas que se liberan al toser, estornudar o hablar. La transmisión solo puede ocurrir si hay afectación pulmonar hasta 15 días después del inicio del tratamiento.
Las personas que tienen un sistema inmunológico comprometido debido a una enfermedad, debido a la edad, que fuman y / o usan drogas, tienen más probabilidades de infectarse con el bacilo de la tuberculosis y desarrollar la enfermedad.
La prevención de las formas más graves de tuberculosis se puede realizar mediante la vacuna BCG en la infancia. Además, es aconsejable evitar las áreas cerradas, mal ventiladas y con poca o ninguna exposición al sol, pero es fundamental mantenerse alejado de las personas a las que se les ha diagnosticado tuberculosis.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la tuberculosis debe ser dirigido por un neumólogo o médico general, por lo que si una persona sospecha que tiene la enfermedad, debe acudir a un hospital o centro de salud de inmediato. El tratamiento consiste en el uso de medicamentos como la tuberculosis, 6 meses seguidos o según las indicaciones del médico. Generalmente, el régimen de tratamiento indicado para la tuberculosis es una combinación de rifampicina, isoniazida, pirazinamida y etambutol.
En los primeros 15 días de tratamiento, la persona debe estar aislada, ya que el bacilo de la tuberculosis aún puede transmitirse a otras personas. Después de este período, puede volver a su rutina normal y continuar usando el medicamento.
¿Se puede tratar la tuberculosis?
La tuberculosis se puede curar cuando el tratamiento se lleva a cabo correctamente de acuerdo con las instrucciones del médico. La duración del tratamiento es de aproximadamente 6 meses consecutivos, lo que indica que incluso si los síntomas desaparecen en 1 semana, la persona debe continuar tomando el medicamento hasta el final de los 6 a 6 meses.
En situaciones donde no se cumplen las indicaciones, el bacilo tuberculoso aún puede permanecer en el organismo y la enfermedad puede no curarse, además, puede haber resistencia a las bacterias que dificulta el tratamiento.