La cesárea es un tipo de parto que consiste en realizar una incisión en la región abdominal, que se realiza bajo anestesia aplicada en la columna vertebral de la mujer para extraer al bebé. Este tipo de parto puede ser programado por el médico junto con la mujer o puede estar indicado cuando exista alguna contraindicación para un parto normal, pudiendo realizarse antes o después del inicio del parto.
Lo más común es que se programe una cesárea antes de que ocurran las contracciones, lo que la hace más cómoda para la mujer. Sin embargo, también se puede realizar una vez que han comenzado las contracciones y el bebé muestra signos claros de que está listo para nacer.
Pasos de la cesárea
El primer paso de una cesárea es la anestesia, que se aplica a la columna con la mujer sentada. Luego se inserta un catéter en el espacio epidural para facilitar la administración del fármaco y se coloca un catéter de retención urinaria.
Después de iniciar el efecto de la anestesia, el médico realizará una incisión de aproximadamente 10 a 12 cm en la región abdominal, cerca de la «línea del bikini»; la incisión debe hacerse a través de 6 capas de tejido para llegar al bebé. Luego se extrae al bebé.
Cuando se saca al bebé del útero, el pediatra neonatólogo debe evaluar si está respirando correctamente y luego la enfermera puede mostrárselo a la madre mientras el médico extrae la placenta. El bebé se limpiará, pesará y pesará adecuadamente, y solo entonces se lo entregará a la madre que amamanta.
La parte final de la operación es cerrar la incisión. En este punto, el médico suturará todas las capas de tejido que se cortaron para el parto, lo que puede demorar un promedio de 30 minutos.
Es normal que se forme una cicatriz después de una cesárea, pero luego de retirar las suturas y reducir la inflamación de la zona, la mujer puede recurrir a masajes y cremas que deben aplicarse en la zona, pues de esta forma, la cicatriz puede ser más uniforme. Aprenda a cuidar su cicatriz de cesárea.
Cuando está indicada una cesárea
La principal indicación de la cesárea es el deseo de la madre de ser el método de dar a luz a su bebé y de concertar una cita después de la semana 40; Sin embargo, existen otras situaciones en las que es necesario realizar una cesárea, y estas son:
- Enfermedades maternas que impiden un parto normal, como herpes genital activo, cáncer o enfermedad cardíaca o pulmonar grave, VIH positiva y elevada;
- Enfermedades del bebé que impiden el parto normal, como mielomeningocele (espina bífida abierta), hidrocefalia o macrocefalia;
- En caso de placenta previa o adjunta (acre), desprendimiento de placenta, bebé demasiado pequeño para la edad gestacional, enfermedad cardíaca;
- Cuando una mujer ha tenido más de dos cesáreas, ha extirpado parte del útero o ha necesitado una reconstrucción del útero que cubra todo el endometrio, o cuando ha habido una ruptura uterina previa;
- Cuando el bebé no gira y está en mala posición en el útero femenino;
- En caso de embarazo de gemelos o más bebés;
- Cuando se detiene el parto normal, se prolonga y no hay expansión completa.
En estos casos, incluso si los padres quieren un parto normal, la cesárea es la opción más segura, recomendada por los médicos.
Tipos de cesárea
Los tipos de cesárea dependerán de la historia obstétrica de la mujer y pueden ser la primera o recurrente cuando tiene antecedentes de dos o más cesáreas; según indicaciones médicas, con urgencia para prevenir cualquier tipo de embarazo o complicaciones electivas cuando esté programado; y según la técnica empleada por el ginecólogo que puede ser horizontal, vertical o en forma de T.