La espina bífida es un conjunto de deformidades congénitas que se desarrollan en el bebé en las primeras 4 semanas de embarazo, las cuales se caracterizan por malformaciones en el desarrollo de la columna y formación incompleta de la médula espinal y las estructuras que la protegen.
Generalmente, esta lesión ocurre en la última parte de la columna porque es la última parte en cerrarse, creando un bulto en la espalda del bebé, que puede estar relacionado con una falta de ácido fólico en la madre durante el embarazo.
La espina bífida no tiene cura, pero puede tratarse con cirugía para reintroducir y cerrar el defecto espinal, aunque no siempre resuelve las complicaciones de la enfermedad. La fisioterapia para la espina bífida es una ayuda importante en el tratamiento para promover la independencia del niño.
Cómo identificar la espina bífida
La espina bífida se puede diagnosticar durante el embarazo y las visitas prenatales con la ayuda de una ecografía fetal y la medición de los niveles circulantes de alfa-fetoproteínas en la sangre de una mujer, que cambian en los casos de espina bífida. Después del nacimiento, el diagnóstico de espina bífida se puede realizar mediante un examen físico y pruebas por imágenes.
Según las características observadas por el médico, la espina bífida se puede clasificar en algunas especies, y las principales son:
1. Espina bífida oculta
La espina bífida oculta, «oculta», se caracteriza por el cierre incompleto de la columna, no afecta la médula espinal y las estructuras que la protegen. Puede pasar desapercibido y generalmente no es un problema neurológico y es más común en la parte inferior de la columna entre las vértebras L5 y S1, con fibras y manchas anormales en el área.
2. Quiste de espina bífida
La espina bífida quística se caracteriza por un cierre incompleto de la columna y afecta la médula espinal y las estructuras que la protegen, a través de un bulto en la espalda del bebé. Puede dividirse en:
- Meningela Es la forma más leve de quiste de espina bífida, la protuberancia de la espalda del bebé que involucra solo las estructuras que protegen la médula espinal, dejando la médula espinal en las vértebras con normalidad. El bulto está cubierto de piel y en este caso el bebé no presenta problemas neurológicos porque la conducción de los impulsos nerviosos ocurre con normalidad;
- MielomeningoceleEs la forma más grave de quiste de espina bífida, porque el bulto en la espalda del bebé contiene las estructuras que protegen la médula espinal y parte de ella. El bulto está abierto y no cubierto de piel y en estas situaciones el bebé tiene problemas neurológicos, porque no hay transmisión de impulsos nerviosos.
El mielomeningocele también puede causar problemas como parálisis de las piernas, alteración de la sensibilidad debido a una lesión, problemas de movimiento, incontinencia urinaria y fecal y dificultades de aprendizaje.
El mielomeningocele a menudo se asocia con hidrocefalia, que es la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
Posibles Causas
La causa exacta del desarrollo de la espina bífida aún no se comprende completamente, pero se cree que puede estar relacionada con factores genéticos y ambientales. El factor más asociado a la espina bífida es la falta de ácido fólico en la madre, ya que esta vitamina participa en el proceso de síntesis del ADN y es fundamental para el proceso de desarrollo celular. Como consecuencia de la depleción de ácido fólico, el desarrollo fetal puede verse comprometido, dando lugar a malformaciones. Obtenga más información sobre la importancia del ácido fólico en el embarazo.
Además de la deficiencia de ácido fólico, otras situaciones que pueden promover la espina bífida incluyen diabetes gestacional, deficiencia de zinc en la madre, consumo de alcohol o drogas ilícitas en los primeros 3 meses de embarazo, además del uso de anestésicos o analgésicos sin consejo médico. durante el embarazo.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la espina bífida depende del tipo; en general, la espina bífida oculta en la mayoría de los casos no requiere tratamiento. En el caso de la espina bífida quística, el tratamiento consiste en una cirugía, la cual debe realizarse en los primeros días de vida del niño para reintroducir todas las estructuras del interior de la columna y cerrar el defecto. Sin embargo, esta operación no siempre evita algunos problemas neurológicos.
En el caso del mielomeningocele, desde el nacimiento hasta la cirugía, el bebé debe permanecer boca abajo para que la lesión abierta se cubra con compresas salinas para evitar infecciones.
Además de la cirugía, la fisioterapia para el quiste de espina bífida es una opción de tratamiento muy importante. Este procedimiento tiene como objetivo ayudar al niño a ser lo más independiente posible, ayudándolo a caminar o usar una silla de ruedas, a prevenir el desarrollo de contracturas y deformidades, y a controlar los músculos de la vejiga y el colon.