El bocio es un cambio en la glándula tiroides que se caracteriza por un agrandamiento de esta glándula, la formación de una especie de nódulo o bulto en la zona del cuello, que se vuelve redondeado y más ancho de lo normal.
El bocio generalmente se puede observar fácilmente sin gran dificultad y puede ser simétrico, asimétrico, compuesto por un nodo o grupo de ellos, en estos casos conocido como bocio nodular o multinodular.
El atragantamiento puede tener muchas causas, pero es común que se presenten problemas de tiroides, como el hipertiroidismo o el hipotiroidismo o por falta de yodo, por lo que es recomendable consultar a un endocrinólogo de inmediato. posible, para diagnosticar e iniciar el tratamiento adecuado.
Principales síntomas
El síntoma principal del bocio es un agrandamiento de la glándula tiroides, que a menudo es visible. Además, puede haber el desarrollo de otros signos y síntomas, como:
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Dificultad para tragar;
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Aparición de un nudo o bulto en el cuello;
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Aparición de tos;
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Malestar en la región del cuello;
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Sensación de falta de aire
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Ronquidos.
También pueden presentarse síntomas como fatiga leve, depresión y dolor muscular o articular, lo que puede indicar hipotiroidismo, por ejemplo.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de bocio debe ser realizado por un endocrinólogo o médico de cabecera, mediante un conjunto de pruebas que determinen las características del bocio y si es benigno o maligno.
Lo primero que nota un médico es la presencia de un bulto en el cuello, generalmente seguido de una ecografía que proporciona una mejor visualización de la glándula tiroides. Además, el diagnóstico se complementa con análisis de sangre específicos, que evalúan la cantidad de hormonas tiroideas en la sangre, como T4, T3 y TSH, lo que permite identificar si existen alteraciones en el funcionamiento de la glándula tiroides.
En los casos en que el médico sospecha de cáncer de tiroides, recomienda una punción o una biopsia de la glándula tiroides, que extirpa una pequeña parte de esta glándula. Esta prueba es indolora y no deja cicatriz, y la muestra recolectada se analizará en un laboratorio.
Obtenga más información sobre las pruebas de tiroides.
Posibles Causas
La asfixia puede desarrollarse como resultado de varios trastornos, como:
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Disfunción tiroidea, como hipertiroidismo o hipotiroidismo;
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Uso de algunos medicamentos;
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Enfermedades autoinmunes, como tiroiditis autoinmune;
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Infecciones
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Tumor de tiroides.
La asfixia también puede ocurrir debido a la deficiencia de yodo, lo que obliga a la glándula tiroides a trabajar más para capturar el yodo necesario para la síntesis de la hormona tiroidea. Este trabajo forzado de la glándula conduce a un aumento de tamaño y, en consecuencia, a la aparición de bocio. Además, hay casos en los que el bocio se presenta inmediatamente al nacer, lo que se conoce como bocio congénito.
Tratamiento para el bocio
Cuando el bocio es causado por deficiencia de yodo, su tratamiento se realiza mediante la administración de yodo, en dosis 10 veces superiores a la dosis diaria recomendada durante varias semanas. Con este tratamiento, la glándula tiroides puede capturar sin esfuerzo el yodo que necesita para sintetizar hormonas, que pueden volver a su tamaño normal en unas pocas semanas. Sin embargo, en casos graves, puede ser necesario mantener el tratamiento de por vida.
Adicionalmente, cuando el bocio es causado por deficiencia de yodo, se recomienda consumir alimentos ricos en este mineral, como sal yodada, salmón, atún, huevos y leche. Conozca la lista de alimentos ricos en yodo.
En los casos en los que existan disfunciones tiroideas, como hipertiroidismo o hipotiroidismo, el tratamiento no es lineal, se puede realizar con el uso de fármacos como Tapazol (tiamazol), Levotiroxina o cápsulas de yodo radiactivo. En casos de cáncer de tiroides, puede ser necesario extirpar esta glándula mediante cirugía.