Heparina: para qué se utiliza, efectos secundarios y contraindicaciones.

La heparina es un anticoagulante inyectable, indicado para reducir la capacidad de coagulación de la sangre y para ayudar a tratar y prevenir los coágulos que pueden obstruir los vasos sanguíneos y causar coagulación intravascular diseminada, trombosis venosa profunda o accidente cerebrovascular, por ejemplo.

Hay dos tipos de heparina, heparina no fraccionada que se puede usar directamente en una vena o como inyección subcutánea y administrada por una enfermera o un médico, que es solo para uso hospitalario; y heparina de bajo peso molecular, como enoxaparina o dalteparina, que tiene una acción más prolongada y menos efectos secundarios que la heparina no fraccionada y se puede usar en casa.

Cada tipo de heparina debe administrarse siempre bajo la supervisión de un cardiólogo, hematólogo o médico de familia y debe controlarse periódicamente para evaluar la eficacia del tratamiento o la aparición de efectos secundarios.

Para qué sirve

La heparina está indicada para la prevención y el tratamiento de coágulos asociados con algunas afecciones, que incluyen:

  • La trombosis venosa profunda;
  • Coagulación intravascular diseminada;
  • Embolia pulmonar;
  • Embolia arterial;
  • Infarto de miocardio;
  • Fibrilación auricular;
  • Cateterización cardiaca;
  • Hemodiálisis;
  • Cirugías cardiovasculares u ortopédicas;
  • Transfusión de sangre;
  • Circulación sanguínea extracorpórea.

Además, la heparina se puede usar para prevenir la formación de coágulos en personas postradas en cama porque al no movilizarse, tienen un mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos y trombosis.

Obtenga información sobre otros tipos de anticoagulantes y vea qué cuidados debe tener durante el tratamiento.

¿Cuál es la relación entre el uso de heparina y SOVID-19?

Aunque la heparina no ayuda a eliminar el nuevo coronavirus del organismo, se utiliza, en casos moderados o graves, para prevenir complicaciones tromboembólicas que pueden ocurrir con la enfermedad COVID-19, como coagulación intravascular diseminada, embolia pulmonar o embolia venosa profunda. trombosis. .

Según un estudio realizado en Italia[1], el coronavirus puede activarse y provocar un aumento severo de la coagulación sanguínea. Por este motivo, el uso de anticoagulantes, como la heparina no fraccionada o la heparina de bajo peso molecular, está indicado como tratamiento profiláctico para reducir el riesgo de coagulopatía, daño de algunos órganos y formación de microtrombos. La dosis de este tipo de fármaco debe basarse en el riesgo individual de coagulopatía y trombosis.

Otro estudio in vitro mostró que la heparina de bajo peso molecular tenía propiedades antivirales e inmunomoduladoras contra el coronavirus, pero no había evidencia disponible in vivo, requiriendo ensayos clínicos en humanos para confirmar su eficacia y dosis terapéutica.[2].

Además, la Organización Mundial de la Salud, en la Guía de manejo clínico de COVID-19[3]indica el uso de heparina de bajo peso molecular, como enoxaparina, para la profilaxis del tromboembolismo venoso en pacientes adultos y adolescentes hospitalizados con COVID-19, de acuerdo con las normas nacionales e internacionales, salvo que el paciente tenga alguna contraindicación para su uso.

En que dosis tomar

La heparina debe ser administrada por un profesional sanitario, por vía subcutánea (subcutánea) o intravenosa, y las dosis deben ser prescritas por un médico, teniendo en cuenta el peso de la persona y la gravedad de la enfermedad.

Generalmente, las dosis utilizadas en los hospitales incluyen las siguientes:

  • Inyección intravenosa continua: la dosis inicial es de 5.000 unidades y puede llegar a 20.000 a 40.000 unidades administradas en 24 horas, según la evaluación médica;
  • Inyección intravenosa cada 4 a 6 horas: la dosis inicial es de 10.000 unidades y luego puede variar entre 5.000 y 10.000 unidades;
  • Inyección subcutánea: la dosis inicial es de 333 unidades por kg de peso corporal, seguida de 250 unidades por kg cada 12 horas.

Durante el uso de heparina, el médico debe controlar el coágulo de sangre con análisis de sangre y debe ajustar la dosis de heparina de acuerdo con su eficacia o la aparición de efectos secundarios.

Posibles efectos secundarios.

Algunos de los efectos secundarios más comunes que pueden ocurrir durante el tratamiento con heparina son sangrado o hemorragia, con sangre en la orina, heces oscuras que parecen granos de café, hematomas, dolor en el pecho, ingle o piernas (especialmente en una pantorrilla), acortamiento de aliento o encías sangrantes.

Debido a que la heparina se usa en hospitales y el médico monitorea la coagulación de la sangre y la efectividad de la heparina, cuando ocurre algún efecto secundario, el tratamiento es inmediato.

Contraindicaciones

La heparina está contraindicada en personas con hipersensibilidad a la heparina y los componentes de la fórmula y no debe usarse en personas con trombocitopenia grave, endocarditis bacteriana subaguda, sospecha de hemorragia intracraneal o hemorragia activa no controlada, hemofilia, retinopatía. para realizar pruebas de coagulación adecuadas y para trastornos que impliquen daños en el sistema vascular.

Además, no debe utilizarse en diátesis hemorrágicas, cirugías de médula espinal, en situaciones en las que el aborto sea inevitable, trastornos graves de la coagulación, en insuficiencia hepática y renal grave, en presencia de tumores malignos con aumento de la permeabilidad capilar del aparato. algunas violetas vasculares.

Este medicamento no debe ser utilizado por mujeres embarazadas o en período de lactancia sin consejo médico.

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