La metformina es un agente hipoglucemiante oral indicado principalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, que puede usarse solo o en combinación con otros fármacos antidiabéticos orales.
Este medicamento también se puede usar para tratar la diabetes tipo 1, el síndrome de ovario poliquístico y en un cierto grosor, siempre después de una cita con el médico, para orientar la dosis requerida y el tiempo de uso.
La metformina se puede comprar en una farmacia, su precio depende de la dosis, el contenido del envase y la marca del medicamento, que es necesario para presentar una receta.
Para qué sirve
La metformina es un fármaco que ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre, indicado para el tratamiento de:
- Diabetes tipo 2;
- Resistencia a la insulina;
- Sindrome de Ovario poliquistico.
Su médico puede recetar este medicamento solo o en combinación con otros medicamentos para tratar la diabetes.
La metformina ayuda a reducir la resistencia a la insulina porque es una molécula capaz de sensibilizar a la insulina, que se encarga de transportar la glucosa a los tejidos del cuerpo. También se ha demostrado que la metformina ayuda a proteger los vasos sanguíneos, reduce las lesiones ateroscleróticas o acumula grasa en las arterias y mejora los valores de grasa.
¿La metformina te ayuda a perder peso?
En ensayos clínicos, la metformina se ha asociado con la estabilización del peso o con una ligera pérdida de peso. Sin embargo, este medicamento no debe usarse para este propósito a menos que lo prescriba un médico, ya que puede causar efectos secundarios.
¿Qué dosis se debe tomar?
Los comprimidos deben tomarse durante o después de una comida, comenzando con una dosis pequeña que se puede aumentar gradualmente para reducir el riesgo de efectos secundarios gastrointestinales. Los comprimidos deben tomarse para el desayuno en el caso de una dosis única diaria y para el desayuno y la cena en el caso de dos dosis al día y en el caso de tres veces al día, una vez para el desayuno, el almuerzo y la cena.
La metformina está disponible en comprimidos de 500 mg, 850 mg y 1000 mg. La dosis depende del problema a tratar:
1. Diabetes tipo 2
Para los adultos con diabetes tipo 2 que no son insulinodependientes, la metformina se puede usar sola o en combinación con otros medicamentos antidiabéticos, como las sulfonilureas. La dosis inicial es de 500 mg, dos o tres veces al día o un comprimido de 850 mg al día, mientras que la dosis de insulina debe ajustarse en función de los niveles de glucosa en sangre.
2. Diabetes tipo 1
Para los adultos con diabetes tipo 1 que dependen de la insulina, la metformina y la insulina se pueden usar en combinación para mejorar el control glucémico. La metformina debe administrarse a la dosis inicial habitual de 500-850 mg, de 2 a 3 veces al día, mientras que la dosis de insulina debe ajustarse en función de los valores de glucosa en sangre.
3. Síndrome de ovario poliquístico
La dosis suele ser de 1.000 a 1.500 mg por día dividida en 2 o 3 dosis. El tratamiento debe iniciarse con una pequeña dosis y la dosis puede aumentarse gradualmente cada semana hasta alcanzar la dosis deseada. En algunos casos, puede ser necesario usar 1 tableta de 850 mg de 2 a 3 veces al día. Para una presentación de 1 g, se recomienda utilizar de 1 a 2 comprimidos al día.
Cual es el mecanismo de acción
Las personas con diabetes no producen suficiente insulina o no pueden utilizar la insulina que producen de forma adecuada, lo que hace que circulen altos niveles de glucosa en la sangre.
La metformina actúa reduciendo estos niveles anormales de glucosa en sangre para acercarlos a lo normal.
Posibles efectos secundarios.
Los efectos secundarios más comunes que pueden ocurrir durante el tratamiento con metformina son problemas digestivos como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, pérdida de apetito y cambios en el gusto.
Contraindicaciones
El hidrocloruro de metformina no debe ser utilizado por personas con hipersensibilidad a la metformina u otros componentes de la fórmula, con problemas de función hepática o renal, diabetes no controlada, hiperglucemia o cetoacidosis grave.
Tampoco debe usarse en personas con deshidratación, infecciones graves, que estén en tratamiento por problemas cardíacos, que hayan tenido recientemente un ataque cardíaco, problemas circulatorios graves o dificultad para respirar, que hayan consumido cantidades excesivas de alcohol, que se hayan sometido a una cirugía electiva. con mayores dimensiones. o en exámenes con agentes de contraste que contienen yodo.
Este medicamento no debe ser utilizado por mujeres embarazadas, mujeres lactantes o niños menores de 10 años sin consejo médico.