La faringitis corresponde a la inflamación de la garganta que puede ser causada por dos virus, denominados faringitis viral, y bacterias, denominados faringitis bacteriana. Esta inflamación causa dolor de garganta, enrojecimiento y, en algunos casos, puede desarrollar fiebre y pueden aparecer pequeños bultos dolorosos en el cuello.
El tratamiento para la faringitis debe ser prescrito por un médico generalista u otorrinolaringólogo y generalmente se realiza con el uso de medicamentos para reducir la inflamación y aliviar los síntomas o con el uso de antibióticos durante aproximadamente 10 días cuando la causa de la faringitis es bacteriana.
Durante el tratamiento, es importante que la persona preste atención a la comida, evite los alimentos muy calientes o helados, y también evite hablar, ya que esto puede provocar molestias y tos, que pueden agravar los síntomas. También es importante que la persona permanezca quieta y beba muchos líquidos durante el día.
Principales síntomas
Los principales síntomas de la faringitis son dolor de garganta y dificultad para tragar, pero pueden aparecer otros síntomas como:
- Enrojecimiento e hinchazón de la garganta;
- Dificultad para tragar;
- Fiebre;
- Malestar general;
- Estado animico;
- Dolor de cabeza;
- Ronquera.
En el caso de la faringitis bacteriana, la fiebre puede ser más alta, puede haber un agrandamiento de los ganglios linfáticos y puede haber una secreción purulenta en la garganta.
Tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de faringitis, es importante consultar a un otorrinolaringólogo para hacer un diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de faringitis debe ser realizado por un médico generalista u otorrinolaringólogo con una evaluación de los signos y síntomas que presenta la persona, principalmente teniendo en cuenta las características de la garganta del paciente. También suele ser necesario un cultivo de garganta para confirmar qué microorganismo está causando la faringitis y, de esta forma, el médico puede sugerir el tratamiento más adecuado.
Además, es posible que se requieran análisis de sangre para confirmar si existe algún cambio que sugiera un aumento en la gravedad de la enfermedad, que es más común que solicitar esta prueba cuando se visualizan depósitos blancos en la garganta, ya que puede indicar una posible infección bacteriana. También existe una mayor probabilidad de proliferación, diseminación y exacerbación de la enfermedad.
Causas de la faringitis
Las causas de la faringitis están relacionadas con los microorganismos que la provocan. En el caso de la faringitis viral, los virus causantes pueden ser rinovirus, coronavirus, adenovirus, influenza o parainfluenza, que pueden deberse a un resfriado o gripe, por ejemplo.
En la faringitis bacteriana, la faringitis estreptocócica causada por Streptococcus pyogenes es la más común y es importante identificarla rápidamente para evitar complicaciones.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la faringitis varía según los síntomas y la causa, es decir, si es viral o bacteriana. Sin embargo, por cualquier motivo, es importante que la persona permanezca quieta y beba muchos líquidos durante el tratamiento.
En el caso de la faringitis viral, el tratamiento prescrito por un médico suele consistir en el uso de analgésicos y medicamentos para la fiebre durante un período de 2 a 3 días. Por otro lado, en el caso de faringitis bacteriana, el tratamiento debe ser con antibióticos como penicilina o amoxicilina durante 7 a 10 días o según las indicaciones de su médico. En el caso de personas alérgicas a la penicilina y sus derivados, su médico puede recomendar el uso de eritromicina.
Independientemente del tipo de faringitis, es importante que el tratamiento se lleve a cabo de acuerdo con las instrucciones del médico, incluso si los síntomas mejoran antes de que se complete el tratamiento prescrito.