La disfagia se puede describir como dificultad para tragar, llamada disfagia orofaríngea, o una sensación de retención de alimentos entre la boca y el estómago, llamada disfagia esofágica.
Es muy importante identificar el tipo de disfagia presente para poder realizar el tratamiento más adecuado y en algunos casos ambos tipos de disfagia pueden presentarse simultáneamente.
El tratamiento generalmente consiste en ejercicio, aprendizaje de técnicas de deglución, administración de fármacos y, en algunos casos, cirugía.
Tipos de disfagia y síntomas.
Los síntomas pueden variar según el tipo de disfagia:
1. Disfagia orofaríngea
Llamada disfagia alta por su ubicación, la disfagia orofaríngea se caracteriza por dificultad para iniciar la deglución, con síntomas como dificultad para tragar, regurgitación nasal, tos o disminución del reflejo de la tos, habla nasal, asfixia y mal aliento.
En casos graves, existe el riesgo de deshidratación, desnutrición y aspiración de saliva, secreciones y / o alimentos hacia los pulmones.
2. Disfagia esofágica
La disfagia esofágica, llamada disfagia inferior, se produce en el esófago distal y se caracteriza por una sensación de retención de alimentos en el esófago. La disfagia también ocurre con la ingestión de sólidos y líquidos, debido a la motilidad esofágica alterada, y puede estar asociada con dolor torácico. La disfagia que se presenta en sólidos puede ser un signo de obstrucción mecánica.
Posibles Causas
La disfagia orofaríngea puede ocurrir debido a un accidente cerebrovascular, traumatismo craneoencefálico, enfermedades degenerativas como la enfermedad de Parkinson y Alzheimer, enfermedades neuromusculares como la esclerosis lateral amiotrófica, miastenia, esclerosis múltiple, tumores paralíticos, tumores cerebrales de cavidad, fármacos e intubación orotraqueal prolongada, traqueostomía y terapia de radiación.
Las causas más comunes de disfagia esofágica son enfermedades de la mucosa, con estrechamiento de la luz del esófago debido a inflamación, fibrosis o neoplasia, enfermedades mediastínicas, con obstrucción esofágica y enfermedades neuromusculares que afectan la musculatura lisa del esófago y su inervación e inervación. , o relajación del esfínter esofágico.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la disfagia orofaríngea es limitado porque los trastornos neuromusculares y neurológicos que la provocan son difíciles de corregir con tratamiento clínico o quirúrgico.
Generalmente, se realizan cambios en la textura de la dieta, consumiendo alimentos más blandos y líquidos más espesos que faciliten la deglución. Además, se pueden utilizar técnicas terapéuticas para ayudar a tragar, como ejercicios de fortalecimiento y estimulación térmica y estimulación del gusto. En algunos casos, puede ser necesaria la alimentación por sonda nasogástrica. Obtenga más información sobre este tipo de alimentación por sonda.
El tratamiento de la disfagia esofágica depende de la causa, pero se puede realizar tomando fármacos inhibidores del ácido en personas con reflujo gastroesofágico; con glucocorticoides, en casos de esofagitis eosinofílica y; relajantes musculares, en personas que tienen espasmos esofágicos.
Además, el tratamiento se puede realizar con procedimientos médicos que favorezcan el agrandamiento del esófago o la cirugía en caso de obstrucción tumoral o la presencia de divertículos, por ejemplo.