La enfermedad de Lyme, también conocida como borreliosis, es una enfermedad causada por la picadura de una garrapata contaminada con la bacteria Borrelia burgdorferi, que da como resultado una mancha roja redonda en la piel que crece con el tiempo.
En la mayoría de los casos, la persona no se da cuenta de que la piel está mordida, pues puede notarlo cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas. Es importante consultar a un médico de cabecera o especialista en enfermedades infecciosas cuando se notan los primeros síntomas para que se puedan realizar pruebas que confirmen la infección y se inicie el tratamiento más adecuado, que generalmente se administra con antibióticos.
Si el tratamiento no se realiza o se realiza de forma incorrecta, pueden producirse complicaciones como artritis, meningitis o problemas cardíacos, que reduzcan la calidad de vida.
Punto circular avermelhada
Principales síntomas
Las manifestaciones de la enfermedad de Lyme son progresivas, los primeros síntomas, también llamados iniciales, suelen aparecer de 3 a 30 días después de la picadura de la garrapata infectada, y los principales son:
- Lesión y enrojecimiento de la piel en el sitio de la picadura similar a un ojo de buey, entre 2 y 30 cm aumentando de tamaño con el tiempo;
- Fatiga;
- Dolores musculares, articulares y de cabeza;
- Fiebre y fiebre;
- Rigidez en el cuello.
Cuando presenta alguno de estos síntomas, especialmente acompañado de imperfecciones y enrojecimiento de la piel, se recomienda que consulte a su médico de cabecera o especialista en enfermedades infecciosas de inmediato para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento con antibióticos.
Sin embargo, si el tratamiento no se inicia a tiempo, pueden aparecer síntomas tardíos que suelen estar asociados con complicaciones, como:
- La artritis, principalmente en la rodilla, tiene dolor e hinchazón en las articulaciones;
- Síntomas neurológicos como entumecimiento y dolor en piernas y brazos, parálisis de los músculos faciales, deterioro de la memoria y dificultad para concentrarse;
- Meningitis, caracterizada por dolor de cabeza intenso, rigidez en el cuello y aumento de la sensibilidad a la luz;
- Problemas cardíacos, que se manifiestan por palpitaciones, dificultad para respirar y desmayos.
Ante estos síntomas, se recomienda acudir al hospital lo antes posible para recibir tratamiento de la enfermedad, lo que evitará el agravamiento de las complicaciones y pondrá en peligro la vida de la persona.
¿Qué causa la enfermedad de Lyme?
La enfermedad de Lyme es causada principalmente por las picaduras de garrapatas infectadas con la bacteria Borrelia burgdorferi, que se alimentan de sangre humana, principalmente garrapatas de la especie Ixodes ricinus. Existe un mayor riesgo de transmitir la enfermedad si la garrapata permanece adherida a la piel de la cara durante al menos 24 horas.
Esta bacteria puede estar presente en la sangre de varios animales, por ejemplo, ciervos y ratas, y cuando una garrapata infectada los pica, adquiere la bacteria y puede transmitirla a otros animales y humanos.
Como se transmite
La enfermedad de Lyme es causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que puede estar presente en la sangre de varios animales, como ratas o ciervos, por ejemplo. Cuando una garrapata pica a uno de estos animales, se contamina con bacterias y puede transmitirla a los humanos.
Las garrapatas son tan pequeñas que es posible que una persona no sepa que ha sido mordida por una de ellas, pero si sospecha una picadura, se pueden encontrar detrás de las orejas, el cuero cabelludo, el ombligo, las axilas, la ingle o la espalda. en la rodilla, por ejemplo. El riesgo de infección es mayor cuando la garrapata permanece adherida a la piel durante más de 24 horas.
Las personas que trabajan en áreas forestales, como agricultores, soldados o personas a las que les gusta ir de excursión o acampar, corren un mayor riesgo de ser picadas por garrapatas y contraer la enfermedad. Vea qué otras enfermedades puede causar la garrapata.
Cómo confirmar el diagnóstico
La enfermedad de Lyme generalmente se diagnostica mediante análisis de sangre, que se pueden realizar de 3 a 6 semanas después de que una persona ha sido picada por una garrapata, que es el tiempo que tarda la infección en desarrollarse y aparecer en las pruebas. Por lo tanto, las pruebas que se pueden solicitar para detectar la enfermedad de Lyme incluyen:
Por lo tanto, las pruebas que se pueden usar para detectar la enfermedad de Lyme incluyen:
- Prueba ELISA: Es un tipo de prueba serológica que se realiza para identificar anticuerpos específicos producidos por el sistema inmunológico contra bacterias y así confirmar la concentración de esta bacteria en el organismo;
- Examen de Western blot: Es un tipo de prueba que usa una pequeña muestra de sangre para estudiar las proteínas que los anticuerpos usarán para combatir las bacterias que causan la enfermedad.
La enfermedad de Lyme se confirma cuando el resultado de ambas pruebas es positivo. Además, su médico puede ordenar un hemograma, así como una biopsia de piel conocida como Warthin Starry, que, aunque no es específica, puede ser útil en el diagnóstico debido a hallazgos histopatológicos.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la enfermedad de Lyme es mediante el uso de antibióticos como la doxiciclina, por ejemplo, y cuanto antes se inicia el tratamiento, más rápida es la recuperación, evitando complicaciones.
1. Uso de antibióticos
El tratamiento para la enfermedad de Lyme siempre debe ser recetado por un médico y la infección generalmente se trata con antibióticos, como Doxiciclina 100 mg, que debe tomarse dos veces al día durante 2 a 4 semanas o según lo recomiende un médico. En el caso de niños y mujeres embarazadas, el uso de Amoxicilina o Azitromicina está indicado por el mismo período de tiempo.
El antibiótico generalmente se administra por vía oral, pero en los casos más graves es necesario hospitalizar a la persona para administrar el fármaco por vía intravenosa y evitar complicaciones. Además, las mujeres que amamantan pueden tomar antibióticos sin poner en riesgo a su bebé.
2. Sesiones de fisioterapia
En situaciones graves, la enfermedad de Lyme puede causar artritis, principalmente en la rodilla, lo que provoca dolor e hinchazón en las articulaciones. En estos casos, la persona puede necesitar sesiones de fisioterapia para recuperar la movilidad y realizar las actividades diarias sin dolor. Las sesiones son realizadas por fisioterapeutas e incluyen ejercicios de movilidad y estiramiento y el uso de equipos en función de la gravedad del caso.
En algunos casos, su médico puede recomendar el uso de medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno, para reducir la inflamación de las articulaciones.