El terror nocturno es un trastorno del sueño en el que un niño llora o grita por la noche mientras duerme, generalmente ocurre en niños de 3 a 7 años. Durante un episodio de terror nocturno, los padres deben mantener la calma, proteger a su hijo de peligros potenciales, como caerse de la cama, y esperar a que la situación termine en 10 a 20 minutos.
Este tipo de trastorno no es una pesadilla, ya que se considera una parasomnia, o un conjunto de trastornos del sueño en la infancia debido a cambios de comportamiento que ocurren en episodios. Los terrores nocturnos pueden ocurrir en cualquier etapa del sueño, pero son más comunes en la transición entre el sueño y la vigilia.
Las causas de los terrores nocturnos no están bien definidas, pero pueden estar relacionadas con ciertos problemas de salud, como fiebre, actividad física excesiva, estrés emocional o el consumo de alimentos estimulantes como el café. Este trastorno puede ser diagnosticado por un pediatra o psiquiatra y no requiere un tratamiento específico, siendo el sueño rutinario y la reducción del estrés las formas más indicadas para mejorar los terrores nocturnos.
Síntomas del terror nocturno
Los episodios de terror nocturno suelen durar una media de 15 minutos, en los que el niño no responde a lo que dicen los padres o reacciona cuando es consolado, además, algunos niños pueden levantarse y correr. Al día siguiente, los niños generalmente no recuerdan lo que sucedió. Otros síntomas que indican terrores nocturnos son:
- Agitación;
- Sus ojos están abiertos, aunque no esté completamente despierto;
- Carcajadas;
- Terror y confusión;
- Corazón acelerado;
- Sudor frio;
- Respiración rápida;
- Orinar en la cama
Cuando estos episodios de terrores nocturnos son muy frecuentes y duran mucho tiempo, es importante consultar a un pediatra o psiquiatra para confirmar el diagnóstico. El médico puede solicitar pruebas para descartar que el niño tenga otras enfermedades, como convulsiones o narcolepsia, que es un trastorno del sueño en el que una persona puede dormir profundamente en cualquier momento del día.
Posibles Causas
No existe una causa específica para los terrores nocturnos, y este trastorno generalmente no daña al niño y no causa ningún problema de salud. Los episodios de terror nocturno tampoco están relacionados con el espiritualismo o la religión, ya que son un verdadero trastorno del sueño conocido como parasomnia.
Sin embargo, algunas situaciones pueden contribuir a peores episodios de terrores nocturnos, como fiebre, actividad física excesiva, consumo de alimentos con cafeína, estrés emocional y depresión.
Que hacer para deshacerse de
Para paliar el horror nocturno infantil, los padres deben mantener la calma y no despertar al niño, porque no sabe lo que está pasando y puede que no reconozca a los padres, agravando el episodio de ansiedad y miedo. Por ello, lo más importante es mantener el entorno seguro y esperar a que el niño se calme y se vuelva a dormir.
Una vez pasado el terror nocturno, los padres pueden despertar al niño, llevarlo al baño a orinar y evitar hablar de lo sucedido porque no recuerda nada. Al día siguiente, los padres deben hablar con el niño para tratar de averiguar si hay algo que les esté causando ansiedad o estrés.
Cómo prevenir episodios
Para prevenir episodios de terror nocturno, es importante saber si existe alguna situación en la vida del niño que le provoque estrés y algún tipo de conflicto interno. Si esto sucede, es recomendable buscar la ayuda de un psicólogo infantil, ya que este profesional puede ayudar con terapias y técnicas adaptadas al niño.
También es importante crear una rutina relajante antes de acostarse, como un baño caliente, leer un cuento y tocar música tranquila, ya que esto ayuda a mejorar la calidad del sueño de su hijo. Los medicamentos solo deben usarse bajo indicaciones médicas y generalmente solo se usan cuando el niño tiene otro trastorno emocional relacionado.