¿Qué es la incontinencia fecal, los síntomas y el tratamiento?

La incontinencia fecal es una pérdida o incapacidad involuntaria para controlar la eliminación del contenido intestinal, que consiste en heces y gases, a través del ano. Si bien esta situación no tiene consecuencias graves para la salud, puede afectar la autoestima de una persona, provocando mucha ansiedad.

La incontinencia fecal generalmente afecta a personas mayores de 70 años, aunque también puede ocurrir en jóvenes y niños, y puede ser causada principalmente por cambios en el funcionamiento de los músculos que componen el recto y el esfínter del ano provocados por el parto. Operaciones o defectos en la anatomía de la región también puede ser causado por diarrea, estreñimiento, consumo de drogas o trastornos neurológicos.

El tratamiento de la incontinencia fecal es muy importante para mejorar la calidad de vida de las personas y generalmente es indicado por el coloproctólogo, el cual incluye ajustes en los hábitos alimenticios, ajuste de medicamentos que pueden empeorar los síntomas, ejercicios de fisioterapia para restablecer el control, anal y en algunos casos cirugía. .

Principales síntomas

Los síntomas de la incontinencia fecal van desde la pérdida involuntaria de gases hasta la pérdida de grandes cantidades de heces líquidas o sólidas, lo que provoca una intensa vergüenza, ansiedad y reducción de la calidad de vida de la persona afectada.

Siempre que se presente uno de estos síntomas, la persona debe consultar a un proctólogo para evaluar el problema y sugerir el mejor tratamiento.

¿Qué puede causar incontinencia fecal?

Diferentes cambios en la fisiología del ano y el recto pueden causar incontinencia, que puede estar relacionada con más de una causa. Algunas de las principales razones incluyen:

  • Defectos de los músculos perineales causados ​​por parto normal, cirugía o algún traumatismo en la región;

  • Cambios en los nervios de la región como ocurre en la neuropatía diabética u otras enfermedades neurológicas;

  • Inflamación de la mucosa rectal causada por infecciones o radioterapia;

  • Cambios en la consistencia de las heces, tanto por diarrea como por estreñimiento;

  • Existencia de prolapso rectal o agrandamiento del colon causado por la enfermedad de Chagas, por ejemplo;

  • Síndrome del intestino irritable;

  • Enfermedades metabólicas, como hipertiroidismo o diabetes;

  • Uso de fármacos como metformina, acarbosa, antidepresivos o laxantes.

En niños mayores de 4 años, la incontinencia fecal también se llama encopresis y puede estar asociada con dificultades para controlar el funcionamiento del esfínter anal debido a razones psicológicas, y también puede estar asociada con estrés, miedo o angustia. ser causada por el estreñimiento, ya que la acumulación de heces secas en los intestinos puede hacer que las heces líquidas se filtren a su alrededor. Obtenga más información sobre cómo evitar el estreñimiento en los niños.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la incontinencia fecal varía según la causa y la gravedad de la enfermedad. Los problemas más simples se pueden solucionar cambiando los hábitos alimentarios, evitando alimentos que estimulen e irriten el tracto gastrointestinal como las bebidas con cafeína o bebidas alcohólicas, por ejemplo, regulando el consumo de fibra y aumentando la ingesta de líquidos dietéticos, con el fin de regular el tránsito intestinal. Obtenga más información sobre cómo debe ser la dieta con la incontinencia fecal.

Los ejercicios de fisioterapia y biorretroalimentación son importantes para la recuperación de los músculos del suelo pélvico porque aumentan la fuerza y ​​la resistencia, estimulan el flujo sanguíneo, la función nerviosa y aumentan la conciencia corporal.

En algunas situaciones, su médico puede recomendar el uso de medicamentos antidiarreicos, como loperamida. Cuando la afección no mejora con los tratamientos mencionados anteriormente, el médico puede sugerir una cirugía para corregir los músculos lesionados, fortalecer los músculos del canal anal o incluso implantar un esfínter anal artificial, por ejemplo.

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