El embarazo se considera de alto riesgo cuando el obstetra confirma después de los exámenes médicos que existe la posibilidad de enfermedad de la madre o del bebé durante el embarazo o durante el parto.
Por ello, el control prenatal al inicio y durante el embarazo es de suma importancia, ya que se realizan pruebas diagnósticas que permiten identificar situaciones de riesgo en el tiempo y evitar complicaciones. Además, todas las instrucciones del médico deben seguirse al pie de la letra.
Principales síntomas
Los síntomas que causan molestias a la mujer embarazada suelen presentarse durante el embarazo, como náuseas, mareos, indigestión, estreñimiento, dolor de espalda, calambres o necesidad de ir al baño muchas veces, por ejemplo. Sin embargo, existen otros síntomas que pueden indicar un embarazo de riesgo, como:
- Sangrado de la vagina;
- Contracciones uterinas prematuras;
- Eyaculación precoz de líquido amniótico;
- No sentir que el bebé se mueve durante más de un día;
- Vómitos y náuseas frecuentes;
- Mareos y desmayos frecuentes;
- Dolor al orinar;
- Hinchazón repentina del cuerpo;
- Aceleración repentina de los latidos del corazón;
- Dificultad para caminar.
Cuando experimente alguno de los síntomas anteriores, se recomienda que consulte a un médico lo antes posible.
Posibles Causas
Los embarazos de riesgo son más frecuentes en situaciones en las que la edad de la madre es mayor de 35 años o menor de 15 años, en las que la altura de la madre es inferior a 1,45 m, cuando el peso pregestacional es elevado o cuando existen anomalías estructurales en los órganos reproductores.
También existen otras afecciones o enfermedades que pueden derivar en embarazos de alto riesgo como anemia, diabetes, epilepsia, problemas cardíacos o renales, hipertensión, embarazo con tratamientos de fertilidad, síndrome de ovario poliquístico, artritis reumatoide y enfermedades autoinmunes o tiroideas.
Además, los hábitos adquiridos durante el embarazo, como el consumo de drogas, cigarrillos o alcohol, pueden verse afectados. Otras situaciones como el estrés, el esfuerzo físico y la exposición a agentes químicos o biológicos también pueden ser perjudiciales.
Cuidados en un embarazo de alto riesgo
Los cuidados en un embarazo de alto riesgo pueden variar según la causa, pero algunas recomendaciones que suelen ser habituales son: reposo, que puede ser absoluto o fácil, ralentizando el ritmo de las actividades diarias; comer una dieta equilibrada y saludable y; siga el tratamiento y todas las indicaciones sugeridas por el médico.
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