Los problemas o desequilibrios hormonales son muy comunes y pueden causar una variedad de síntomas como hambre excesiva, irritabilidad, fatiga excesiva o insomnio.
Los cambios hormonales pueden conducir a diversas enfermedades como diabetes, hipotiroidismo o síndrome de ovario poliquístico, por ejemplo. Si bien este tipo de problema es más común en las mujeres debido a etapas normales de la vida, como la menopausia, la menstruación o el embarazo, también puede afectar a los hombres, especialmente después de los 50 años debido a la andropausia.
Los niveles hormonales también pueden fluctuar debido a patrones de sueño, estrés excesivo o una dieta desequilibrada, ya que es importante estar atento a algunos signos y síntomas, como los siguientes:
1. Dificultad para conciliar el sueño
La dificultad para conciliar el sueño es más común en personas que se encuentran bajo estrés severo, que sufren de ansiedad o que fuman. La regulación del sueño depende de varias hormonas, como la melatonina, la testosterona, la hormona del crecimiento (GH) y la tiroides (TSH), por ejemplo, además de los cambios fisiológicos en el cuerpo con la edad.
Así, cuando existe un desequilibrio hormonal que afecta a estas hormonas, la persona puede tener dificultades para dormir o incluso sentirse más excitada y ansiosa durante el día.
Hacer: Se recomienda que la persona busque la orientación de un endocrinólogo para solicitar un análisis de sangre para determinar los niveles de la hormona que se cree que está alterada y así comenzar el tratamiento adecuado.
2. Hambre excesiva
Las hormonas controlan muchas funciones del cuerpo, una de las cuales es la sensación de hambre. Por esta razón, cuando ciertas hormonas, como la grelina, son más altas que otras, como la oxiintomodulina y la leptina, por ejemplo, es posible que sienta más hambre, incluso después del almuerzo o la cena.
Hacer: Es importante acudir a un endocrinólogo para determinar los niveles de hormonas que regulan el apetito y así implementar un método para controlar estos niveles hormonales. También se recomienda consultar a un nutricionista para seguir una dieta saludable que ayude a estabilizar los niveles hormonales, además de practicar actividad física.
3. Indigestión y otros problemas digestivos
Aunque esto no es un signo directo de cambios hormonales, la indigestión puede indicar que está comiendo más de lo normal o consumiendo productos altamente industrializados. Y esto suele ocurrir cuando hay un desequilibrio de las hormonas del apetito o de la testosterona, por ejemplo.
Además, en el hipotiroidismo, puede ocurrir una digestión más lenta y una sensación de saciedad durante mucho tiempo, porque la disminución de las hormonas tiroideas ralentiza el funcionamiento de todo el cuerpo.
Hacer: En estos casos, es necesario acudir a un endocrinólogo para buscar pruebas que puedan determinar si la indigestión es causada por un trastorno en la producción de hormonas. Cuando se sospecha de hormonas tiroideas, como hipotiroidismo, su médico puede recomendar una terapia de reemplazo hormonal con levotiroxina, que contiene la hormona T4, que debe tomarse según las indicaciones de su médico.
También es necesario consultar a un nutricionista para comprobar qué alimentos son los más indicados para aliviar los síntomas de la indigestión y cuáles pueden ayudar aún más a tratar la causa del cambio hormonal.
4. Fatiga excesiva durante el día
Las hormonas tiroideas controlan el metabolismo, por lo que si se reduce su producción, el cuerpo comienza a trabajar más lentamente, reduciendo la frecuencia cardíaca e incluso el funcionamiento mental. Así, es posible tener menos energía y sentirse más cansado durante el día, además de tener dificultad para pensar y concentrarse.
Por otro lado, los pacientes con diabetes no controlada también pueden presentar fatiga excesiva durante el día porque hay demasiada glucosa en la sangre que no llega a otras partes del cuerpo de manera adecuada, provocando fatiga y otros cambios como dolor de cabeza, dolores corporales y dificultad. .en pensar, por ejemplo.
Hacer: cuando hay un cambio en la producción de hormonas tiroideas, el endocrinólogo indica el reemplazo de la hormona con la hormona T4 y pruebas de tiroides regulares; y en el caso de la diabetes, el endocrinólogo ordenará pruebas para controlar sus niveles de glucosa en sangre y sugerirá el uso de ciertos medicamentos, como metformina y glimepirida, o el uso de insulina. También es importante prestar atención a la alimentación, evitar el estrés y practicar actividad física de forma habitual.
5. Ansiedad, irritabilidad o depresión
Este es uno de los signos más evidentes de cambios hormonales repentinos, como durante el síndrome premenstrual (SPM) y especialmente durante la menopausia, cuando situaciones previamente normales comenzaron a causar síntomas de tristeza, ansiedad o irritabilidad excesiva.
Hacer: Para reducir la ansiedad, la irritabilidad o los síntomas de depresión, puede ser importante tener sesiones de terapia para hablar sobre la vida cotidiana y las situaciones que pueden desencadenar ansiedad o irritabilidad, por ejemplo. También se recomienda la actividad física, ya que promueve una sensación de bienestar.
Exceso de espinillas o acné
Un aumento en la hormona testosterona es responsable de causar un exceso de grasa en la piel, por lo que tanto hombres como mujeres pueden tener un exceso de granos o acné persistente debido a la piel grasa, especialmente cuando la testosterona es más alta que otras hormonas corporales.
Hacer: Para eliminar el exceso de puntos negros que se producen por aumento de concentración de testosterona y aumento de grasa en la piel, se recomienda limpiar la piel al menos una vez a la semana, con el fin de reducir la grasa y así evitar la aparición de granos. También se recomienda acudir a un dermatólogo, ya que en algunos casos es necesario utilizar fármacos para el control del acné.
Además, es importante prestar atención a la dieta, porque algunos alimentos contribuyen a la producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas, lo que provoca la aparición de granitos.
Vea cómo eliminar las espinillas y las espinillas.