El traumatismo craneoencefálico o traumatismo craneoencefálico es un traumatismo craneoencefálico causado por un golpe o un traumatismo craneoencefálico, que puede causar daño cerebral y provocar sangrado y coágulos de sangre. Este tipo de trauma puede ser causado por un accidente automovilístico, caídas graves o incluso durante la práctica de deportes de contacto.
Los síntomas del traumatismo craneoencefálico dependen de la gravedad de la contusión y la gravedad del accidente, pero el sangrado en la cabeza, los oídos o la cara es más común; desmayos y pérdida de memoria; trastornos de la visión y ojos morados.
El tratamiento para este tipo de traumatismo debe realizarse lo antes posible, ya que cuanto antes se realicen los procedimientos médicos, mayor será la probabilidad de que la persona se recupere y menor será el riesgo de tener consecuencias como la pérdida de una pierna. movimientos o dificultad en la conversación.
En algunos casos es necesario realizar varias sesiones de rehabilitación con un fisiatra, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y / o fonólogo para reducir los efectos negativos de las consecuencias y mejorar la calidad de vida de la persona.
Principales síntomas
Los síntomas de traumatismo craneoencefálico pueden ocurrir inmediatamente después de un accidente o pueden ocurrir en horas o semanas, y los más comunes incluyen:
- Desmayos y pérdida de la memoria;
- Dificultad para enfocar y visión borrosa;
- Dolor de cabeza intenso;
- Trastornos de confusión y del habla;
- Pérdida del equilibrio;
- Sangrado severo en la cabeza o la cara;
- Fugas de sangre o líquido claro por la nariz y los oídos;
- Somnolencia excesiva;
- Ojos negros o manchas rojas en las orejas;
- Estudiantes de diferentes tamaños;
- Pérdida de sensibilidad en cualquier parte del cuerpo.
Si, en caso de accidente, alguien muestra estos signos y síntomas, debe llamar a una ambulancia de inmediato y buscar ayuda médica. Mientras tanto, es importante que la víctima no se mueva, que esté respirando y que, si la persona no está respirando, se pueda realizar RCP.
En los niños, los síntomas del traumatismo craneoencefálico pueden incluir llanto persistente, ansiedad, vómitos, falta de apetito y dolores de cabeza, que son más comunes en los casos en los que se ha producido una caída de una cama o mesa, por ejemplo.
Clasificación de las lesiones en la cabeza.
El traumatismo craneoencefálico se puede clasificar en varios tipos, dependiendo de la gravedad del ictus, el grado de lesión cerebral y los síntomas que presenta, estos son:
- Leve: Es el tipo más común, en el que la persona se recupera rápidamente, porque las lesiones cerebrales son más fáciles. En estos casos, la persona no necesita permanecer mucho tiempo en el hospital, para poder continuar el tratamiento en casa, para estar siempre en observación;
- Moderar: Aquí es donde la lesión causa más daño cerebral y la persona corre mayor riesgo de sufrir consecuencias. El tratamiento para este tipo de trauma debe realizarse en un entorno hospitalario;
- Seriamente: Se basa en lesiones cerebrales más extensas, con presencia de sangrado abundante en la cabeza y en esta situación la persona debe permanecer hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Además, las lesiones inducidas por traumatismos pueden ser focales, que es cuando llegan a una pequeña zona del cerebro, o difusas, caracterizadas por la pérdida de función de gran parte del cerebro.
En cualquiera de estas situaciones, el neurólogo valorará las zonas afectadas del cerebro mediante tomografía computarizada, ya que esta recomendará el tratamiento más adecuado y seguro.
Opciones de tratamiento
El tratamiento para el traumatismo craneoencefálico dependerá del tipo, gravedad y extensión de la lesión cerebral prescrita por el neurólogo después de realizar una tomografía computarizada o una resonancia magnética, sin embargo, la evaluación de otras especialidades médicas, como traumatismos o neurocirugía, por ejemplo.
En casos más leves, su médico puede recomendar inyecciones de anticoagulantes, como heparina, para evitar que se formen coágulos de sangre en el cerebro, y medicamentos antiinflamatorios en una vena para reducir la hinchazón en el cerebro. En algunos casos, una persona puede ser dada de alta del hospital dentro de las primeras 24 horas, manteniendo la administración oral de estos medicamentos y la observación.
Sin embargo, en casos de traumatismo craneoencefálico severo, que incluyen hemorragia interna, fracturas o lesión cerebral grave, puede ser necesaria una cirugía para reducir la presión en la cabeza y reducir el sangrado, y es posible que la persona deba ser hospitalizada en la UCI, permaneciendo allí. unos días hasta la recuperación. Además, el coma inducido, que sirve para reducir la actividad cerebral y acelerar la recuperación, a menudo puede estar justificado. Durante el coma inducido, la persona debe respirar mediante ventilación mecánica asistida y debe recibir medicación intravenosa.
Posibles consecuencias
El traumatismo craneoencefálico puede tener consecuencias físicas y causar trastornos del comportamiento, que pueden ocurrir inmediatamente después del trauma o durante un período de tiempo. Algunas de las consecuencias físicas son pérdida de movimiento en partes del cuerpo, cambios en la visión, control respiratorio, problemas intestinales o urinarios.
Luego de diagnosticar las consecuencias, el médico propondrá varias sesiones de rehabilitación, que es un conjunto de actividades desarrolladas por profesionales como fisiatras, fisioterapeutas, fonólogo, terapeuta ocupacional, logopeda, psicólogo y / o fonólogo, para ayudar a restaurar el movimiento, para mejorar la habla y calidad de vida de la persona que sufrió el accidente.
Que puede causar lesiones en la cabeza.
Las principales causas de traumatismo craneoencefálico son los accidentes de tráfico, por lo que cada vez más gobiernos están impulsando campañas para el uso de cinturones de seguridad y cascos en el caso de las motocicletas.
Otras causas que pueden ocasionar traumatismos pueden ser las lesiones por la práctica de deportes radicales como el esquí o el parapente; o practicando actividades recreativas como zambullirse en un río y patear una piedra o deslizarse en una piscina, por ejemplo. Las caídas también pueden causar este tipo de TBI, pero son más comunes en ancianos y niños.