Lavado gástrico: que es, como se realiza y contraindicaciones

El lavado gástrico es una técnica que permite lavar el interior del estómago, eliminando los contenidos que aún no han sido absorbidos por el cuerpo. Así, este procedimiento se utiliza generalmente en casos de ingestión de sustancias tóxicas o irritantes para las que no existe antídoto u otra forma de tratamiento. Sepa qué hacer en caso de intoxicación.

Idealmente, el lavado gástrico debe realizarse hasta 2 horas después de la ingestión de la sustancia y debe ser realizado en el hospital por una enfermera u otro profesional de la salud capacitado para evitar complicaciones como la aspiración pulmonar.

Cuando está indicado el lavado gástrico

En la mayoría de los casos, el lavado gástrico se utiliza para limpiar el estómago en caso de ingestión de altas dosis de sustancias o fármacos que pueden ser tóxicos para el organismo, como:

  • Antihipertensivo, como propanolol o verapamilo;
  • Antidepresivos tricíclicos, como amitriptilina, clomipramina o nortriptilina.

Sin embargo, no todos los casos de ingestión excesiva de la sustancia requieren lavado gástrico. La mejor forma de saber si este procedimiento es realmente necesario y qué hacer para reducir el riesgo de complicaciones es consultar a un especialista.

En raras ocasiones, el lavado gástrico también se puede utilizar para vaciar el estómago antes de las pruebas de diagnóstico, como la endoscopia, por ejemplo.

Obtenga más información sobre la endoscopia y cuándo debe realizarse.

Lavado gástrico paso a paso

El lavado gástrico debe ser realizado en un hospital por una enfermera u otro profesional de la salud capacitado. Durante el procedimiento, el profesional debe seguir los siguientes pasos:

  1. Inserte una sonda gástrica en su boca o nariz a abdomen;
  2. Acuéstese boca arriba y gírelo hacia la izquierda para facilitar el vaciado gástrico;
  3. Conecte una jeringa de 100 ml a la tubería;
  4. Retirar el contenido del estómago. usando una jeringa;
  5. Agregue 200 a 300 mL de solución salina precalentada a 38º dentro del abdomen;
  6. Retirar todo el contenido del estómago nuevamente. y vuelva a introducir 200 a 300 ml de suero;
  7. Repite estos pasos hasta que el contenido extraído del estómago esté limpio.

Normalmente, se deben usar hasta 2500 ml de solución salina durante todo el procedimiento para obtener un lavado gástrico adecuado. En el caso de los niños, la cantidad requerida de suero puede variar de 10 a 25 mL de suero por kg de peso corporal, hasta un máximo de 250 mL.

Después del lavado gástrico, se recomienda ingerir entre 50 y 100 gramos de carbón activado en el estómago para evitar la absorción de cualquier sustancia residual aún en el estómago. En el caso de los niños, esa cantidad debe ser solo de 0,5 a 1 gramo por kg de peso corporal.

Posibles complicaciones

Aunque el lavado gástrico es una técnica que salva la vida de alguien que toma una dosis muy alta de una sustancia tóxica, también puede causar algunas complicaciones. La más común es la aspiración de líquido a los pulmones, que puede terminar en neumonía, por ejemplo.

Para evitar este riesgo, el procedimiento debe ser realizado por una enfermera sedentaria, ya que en esta posición es menos probable que el líquido ingrese a las vías respiratorias. Otras complicaciones que pueden ocurrir incluyen sangrado gástrico, espasmo laríngeo o perforación esofágica, que deben tratarse en el hospital lo antes posible.

Contraindicaciones

La decisión de realizar o no lavado gástrico debe ser evaluada por un equipo médico, sin embargo, el lavado gástrico está contraindicado en casos como:

  • Persona inconsciente sin intubación;
  • Ingestión de sustancias corrosivas;
  • Presencia de varices esofágicas gruesas;
  • Volumen excesivo de vómito con sangre.

Además, en el caso de la cirugía gastrointestinal, el lavado también debe evaluarse bien, ya que existe un mayor riesgo de complicaciones.

Deja un comentario