La dislocación ocurre cuando los huesos que forman una articulación salen de su posición natural debido a un traumatismo que puede resultar de un golpe severo, una caída o un accidente, por ejemplo, que causa dolor intenso, hinchazón y dificultad para mover la articulación.
Las luxaciones son muy comunes en los niños y pueden ocurrir en cualquier lugar, especialmente en el hombro, el codo, el dedo, la rodilla, el tobillo y el pie. Cuando esto sucede, es posible aplicar algunas técnicas de primeros auxilios para aliviar las molestias, como por ejemplo:
- No fuerce la extremidad afectada, ni intente moverlo;
- Hacer un cabestrillo para que la muñeca no se mueva, usando un paño, cinturón o fajín, por ejemplo;
- Aplicar una compresa fría en la articulación afectada;
- Llama una ambulancia o vaya a la sala de emergencias del hospital.
Cuando una articulación está dislocada, nunca debe intentar volver a colocarla en su lugar, ya que si se hace de manera incorrecta puede causar un daño grave al sistema nervioso periférico, provocando aún más dolor y discapacidad.
Cómo identificar la dislocación
La luxación se puede confirmar cuando se presentan estos 4 signos:
- Dolor muy fuerte en las articulaciones;
- Dificultad para mover la extremidad afectada;
- Hinchazón o manchas rojas en la muñeca;
- Deformidad del miembro afectado.
Según el tipo y la gravedad del accidente cerebrovascular, la dislocación puede ir acompañada de una fractura ósea. En ese caso, también debe evitar la corrección de la fractura, aconsejando acudir al servicio de urgencias de inmediato.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento lo prescribe un médico según el tipo de luxación, pero en la mayoría de los casos se recomienda el uso de analgésicos para aliviar los síntomas. Además, el médico puede colocar la muñeca en su lugar para acelerar el proceso de recuperación de la persona, según el caso.
Vea con más detalle cómo se lleva a cabo el tratamiento de la dislocación.
Prevención de la dislocación
La mejor forma de evitar la dislocación es utilizar el equipo de seguridad recomendado para actividades peligrosas. Por ejemplo, en el caso de deportes de alto impacto, es recomendable utilizar siempre rodilleras y coderas o guantes de protección.
En el caso de los niños, también debes evitar llevarlos en tus manos, brazos, piernas o pies, ya que esto puede provocar una fuerza excesiva en la muñeca, lo que eventualmente ocasiona su dislocación.