Las etapas del parto normal ocurren continuamente e incluyen dilatación cervical, parto y desprendimiento de placenta. Generalmente, el trabajo de parto comienza espontáneamente entre las 37 y 40 semanas de gestación y hay signos de que una mujer embarazada comenzará el trabajo de parto, como una secreción de la membrana mucosa, que es una fuga de líquido rosado o gelatinoso. la vagina y la ruptura del resorte, cuando el líquido amniótico transparente comienza a salir.
Además, la embarazada comienza a tener contracciones irregulares, que se intensificarán hasta regularizarse a intervalos de 10 minutos. Aprenda a reconocer las contracciones.
Entonces, cuando una mujer embarazada presenta estos síntomas, debe acudir al hospital, porque el bebé va a nacer.
Fase 1 – Dilatación: cuando comienza la ampliación
La primera etapa del parto se caracteriza por la presencia de contracciones y el proceso de agrandamiento del cuello uterino y el canal del parto hasta alcanzar los 10 cm.
Esta fase se divide en latente, que es un agrandamiento del cuello uterino de menos de 5 cm y se caracteriza por un aumento gradual de la actividad uterina, la presencia de contracciones uterinas anormales y aumento de la secreción cervical, pérdida de tampones mucosos y activo, donde la extensión es mayor de 5 cm y la mujer comienza a mostrar contracciones dolorosas regulares.
La duración de la primera etapa del trabajo de parto puede variar, pero dura entre 8 y 14 horas. Durante este período, es común que las mujeres sientan dolor debido a las contracciones, que se vuelven más regulares y con un intervalo más corto entre cada una de ellas, debido a que hay una mayor expansión del cuello uterino y del canal vaginal.
¿Qué hacer en esta etapa?: en esta etapa la embarazada debe acudir al hospital para recibir ayuda de un equipo médico. Para reducir el dolor, la embarazada debe inhalar lenta y profundamente durante cada contracción, como si oliera flores y exhalar como si intentara apagar una vela.
Además, puedes caminar despacio o subir escaleras, ya que esto ayudará al feto a posicionarse para salir y, en caso de que la mujer esté acostada, puede girar hacia la izquierda, ya que esto facilita la oxigenación del feto. reduce el dolor. Conozca otras formas naturales de acelerar el parto.
Durante la primera fase del trabajo de parto, el hospital realiza un examen vaginal cada 4 horas para evaluar la dilatación y promover los movimientos erguidos del bebé. Además, se puede permitir la ingesta de líquidos y alimentos en el caso de mujeres con bajo riesgo de requerir anestesia general.
Segunda etapa – expulsión: Nacimiento
El seguimiento de la fase activa del trabajo de parto viene dado por la fase de eyaculación, en la que el cuello uterino alcanza su máximo agrandamiento y comienza el período de eyaculación, que puede durar entre 2 y 3 horas.
El inicio de la fase de expulsión se denomina período de transición, que es relativamente corto y bastante doloroso, en el que el cuello del útero se expande entre 8 y 10 cm al final de la fase. Después de verificar la dilatación adecuada, la mujer debe comenzar a ejercer fuerza para reducir la presentación fetal. Adicionalmente, la posición para el parto puede ser elegida por la gestante, si se encuentra cómoda y favorece la segunda fase del parto.
¿Qué hacer en esta etapa?: En esta etapa la mujer debe seguir las instrucciones dadas para promover el parto. De esta forma se recomienda que la mujer presione durante la contracción, además de que es importante mantener la respiración controlada.
Durante esta fase, se pueden realizar algunas técnicas para reducir el trauma perineal, como masajear el perineo, aplicar protección tibia o perineal en las manos. No se recomienda la presión manual sobre el cuello uterino o la episiotomía, que es una pequeña incisión en el perineo para facilitar el trabajo de parto.
A pesar de que la episiotomía es una práctica repetitiva, no se recomienda para mujeres que no tienen indicación, ya que los beneficios son contradictorios y no hay suficiente evidencia científica, aunque se ha observado que realizar este procedimiento de forma rutinaria no promueve la protección del suelo pélvico y es la principal causa de dolor, sangrado y complicaciones durante y después del parto.
Etapa 3 – parto: expulsión de la placenta
La fase de parto es la fase 3 del trabajo de parto y se produce después del nacimiento del bebé, que se caracteriza por la salida de la placenta, que puede salir espontáneamente o ser extraída por el médico. En esta etapa, normalmente se administra ocitocina, que es una hormona que favorece el trabajo de parto y el parto.
¿Qué hacer en esta etapa?: en esta etapa, luego del nacimiento del bebé, el equipo médico y obstétrico realizará una evaluación general de la mujer, además de la tracción controlada del cordón umbilical.
Después del nacimiento y en ausencia de signos de complicaciones en la madre o el bebé, el recién nacido se coloca con la madre para realizar la primera comida del útero materno.