La conización cervical es una pequeña operación que extrae una parte del cuello uterino en forma de cono para ser evaluada en un laboratorio. Este procedimiento se utiliza para una biopsia cervical cuando existe un cambio identificado, confirmando o descartando el diagnóstico de cáncer, pero también puede servir como tratamiento, en caso de que se extirpe todo el tejido afectado.
Además, este procedimiento se puede realizar en mujeres con síntomas similares a los del cáncer de cuello uterino, como sangrado anormal, dolor pélvico persistente o secreción maloliente, incluso si no se visualizan los cambios en los tejidos. Conoce los síntomas del cáncer de cuello uterino.
Cómo se hace la conización
La conización del cuello uterino es bastante sencilla y rápida y tarda unos 15 minutos. Este procedimiento se realiza en el consultorio de un ginecólogo bajo anestesia local, para que no cause dolor y la mujer pueda irse a casa el mismo día, sin necesidad de hospitalización.
Durante el examen, la mujer se coloca en una posición ginecológica y el médico coloca el espéculo para observar el cuello uterino. Luego, con la ayuda de un pequeño láser o un bisturí, el médico extrae una muestra de aproximadamente 2 cm, que será analizada en un laboratorio. Finalmente, se colocan varias almohadillas en la vagina para detener el sangrado, que se retiran antes de que la mujer regrese a casa.
Como es la recuperacion
Si bien la operación es relativamente rápida, la recuperación después de la conización puede demorar hasta 1 mes, tiempo durante el cual la mujer debe evitar el contacto íntimo con su pareja y mantener el reposo durante al menos 7 días, acostada y evitar levantar objetos pesados.
En el postoperatorio de esta intervención, es normal tener un poco de sangrado oscuro, por lo que no debes molestarte. Sin embargo, una mujer siempre debe estar atenta a los signos de una posible infección, como un olor desagradable, secreción amarilla o verde y fiebre. Si estos síntomas están presentes, debe ir a un hospital o ver a un ginecólogo.
Los ejercicios físicos más intensos, como limpiar la casa o ir al gimnasio, se pueden reanudar después de 4 semanas o según las indicaciones de su médico.
Posibles complicaciones
La principal complicación tras la conización es el riesgo de hemorragia, por lo que aunque haya regresado a casa, la mujer debe estar pendiente de la aparición de sangrado abundante y rojo vivo, ya que esto puede indicar sangrado.
Además, el riesgo de infección también es bastante alto después de la conización. Por lo tanto, debe estar atento a señales como:
- Flujo vaginal verdoso o de olor desagradable;
- Dolor en la parte baja del abdomen;
- Malestar o picazón en la región vaginal;
- Fiebre superior a 38ºC.
Otra posible complicación de la conización es el desarrollo de insuficiencia cervical durante el embarazo, provocando que la mujer tenga un cuello uterino reducido o abierto, provocando un agrandamiento que puede llevar a la aparición de un parto prematuro, poniendo en riesgo la vida del bebé.