Esofagitis: que es, síntomas, tipos y tratamiento

La esofagitis corresponde a la inflamación del esófago, que es el canal que conecta la boca con el estómago, dando lugar a síntomas como acidez de estómago, sabor amargo en la boca y dolor de garganta.

La inflamación del esófago puede deberse a infecciones, gastritis y principalmente reflujo gástrico, que ocurre cuando el contenido del estómago entra en contacto con la membrana mucosa del esófago, provocando su inflamación. Obtenga más información sobre el reflujo gástrico.

Existen diferentes tipos de esofagitis, pero cada una debe tratarse de acuerdo con las recomendaciones del médico, lo que puede indicar el uso de medicamentos que reducen la acidez gástrica, por ejemplo, así como la implementación de una dieta específica.

Causas de la esofagitis

Las causas de la esofagitis pueden estar relacionadas con la presencia de una hernia de hiato, que es una bolsa que se puede formar cuando parte del estómago pasa a través de un orificio llamado hiato; defectos de la válvula que conecta el esófago con el estómago; vómitos frecuentes, como en bulimia y; ingestión de sustancias corrosivas. Vea más sobre la hernia de hiato.

También el SIDA que puede causar esofagitis por debilitamiento del sistema inmunológico, permitiendo el desarrollo de infecciones así como el uso frecuente de medicamentos; desarrollo de infecciones causadas por virus, hongos o bacterias y; La gastritis se caracteriza por la inflamación de la mucosa gástrica, que puede provocar reflujo gastroesofágico y dañar la mucosa esofágica. Conoce los síntomas de la gastritis.

Las personas que tienen más probabilidades de desarrollar esofagitis son las que están por encima de su peso ideal, las que consumen alcohol en exceso y las que tienen un sistema inmunológico comprometido.

Principales síntomas

Los principales síntomas de la esofagitis son:

  • Acidez de estómago y sensación de ardor constante, pero peor después de comer;
  • Sabor amargo en la boca;
  • Halitosis (mal aliento);
  • Dolor de pecho;
  • Dolor de garganta;
  • Ronquidos;
  • Reflujo de líquido amargo y salino en la garganta;
  • Puede haber un ligero sangrado del esófago.

Un gastroenterólogo puede realizar el diagnóstico de esofagitis en función de los síntomas y los resultados de las pruebas, como la endoscopia digestiva alta con biopsia. Vea cómo se realiza la endoscopia y qué preparación se necesita.

Según la gravedad y progresión de los síntomas, la esofagitis se puede clasificar como erosiva o no erosiva, dependiendo de la aparición de lesiones en el esófago que pueden ocurrir si la inflamación no se identifica y trata adecuadamente. La esofagitis erosiva generalmente se presenta en casos más crónicos de inflamación.

Descubra qué otras enfermedades pueden causar dolor de esófago.

Tipos de esofagitis

La esofagitis se puede clasificar en 4 tipos principales según la causa:

  1. Esofagitis eosinofílica, que suele ser consecuencia de alergias alimentarias o una sustancia tóxica, lo que provoca un aumento de la cantidad de eosinófilos en la sangre;
  2. Esofagitis por drogas, que puede desarrollarse debido al contacto prolongado del fármaco con la mucosa esofágica;
  3. Esofagitis por reflujo, por lo que el contenido ácido del estómago regresa al esófago provocando su irritación;
  4. Esofagitis infecciosa, que es el tipo más raro de esofagitis, pero puede ocurrir en personas que tienen un sistema inmunológico debilitado debido a una enfermedad o edad, y se caracteriza por la presencia de bacterias, hongos o virus en la boca o el esófago de la persona.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la esofagitis debe ser prescrito por un médico y generalmente está indicado el uso de inhibidores productores de ácido, como el omeprazol.

Además, se deben realizar otros cambios en el estilo de vida, como una dieta baja en grasas y de fácil digestión, evitando el consumo de alimentos muy picantes y picantes, y la ingesta de bebidas alcohólicas. También debe evitar acostarse después de comer y usar ropa ajustada para prevenir el reflujo. En algunos casos más avanzados, su médico puede recomendar una cirugía.

Si la esofagitis no se trata adecuadamente, pueden ocurrir algunas complicaciones, como una úlcera en el esófago, cambios precancerosos en el revestimiento del esófago y estrechamiento de parte del esófago, lo que dificulta la deglución. Alimentos sólidos. Obtenga más información sobre el tratamiento de la esofagitis.

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