Perineoplastia: que es y como se realiza la operación

La perineoplastia se realiza en algunas mujeres después del parto para fortalecer los músculos del piso pélvico, especialmente en casos de incontinencia urinaria, cuando otros tipos de tratamientos no funcionan. Esta cirugía tiene como objetivo reparar las lesiones de los tejidos restaurando su estructura inicial antes del embarazo, a medida que el procedimiento reconstruye y tensa los músculos.

El perineo es el área de tejido entre la vagina y el ano. A veces, el parto puede causar lesiones en esa región, lo que puede causar debilidad del piso pélvico. Es por eso que este tipo de cirugía se usa mucho para aumentar la fuerza de la musculatura pélvica cuando no es posible lograr buenos resultados con solo realizar el ejercicio de Kegel.

La perineoplastia suele durar alrededor de 1 hora y, incluso si se realiza bajo anestesia general, la mujer no debe ser hospitalizada, ya que puede regresar a casa después de que hayan pasado los efectos de la anestesia.

¿Quién necesita cirugía?

Este tipo de cirugía está indicada en mujeres que han tenido un parto vaginal y tienen debilidad de los músculos vaginales, disminución de la sensibilidad al contacto íntimo, incontinencia urinaria o cambios en los hábitos intestinales.

Sin embargo, hay mujeres que no han tenido un parto vaginal pero que pueden necesitar la operación por otras razones, como las que han aumentado de peso.

Como es la recuperacion

En la mayoría de los casos, la recuperación es rápida y la persona puede volver a trabajar unos días después, pero puede haber sangrado, que puede ser normal, esto requiere el uso de higiene. Las suturas generalmente se reabsorben en aproximadamente 2 semanas.

Su médico puede recetarle analgésicos para el dolor, que puede manifestarse en los primeros días. Además, se recomienda lo siguiente durante el postoperatorio:

  • Consuma mucha agua y fibra para evitar el estreñimiento;
  • Evite el contacto íntimo durante al menos 6 semanas;
  • Descanse en casa durante 1 semana;
  • Evite los baños calientes prolongados durante las primeras 2 semanas;
  • Evite el ejercicio vigoroso, como correr o ir al gimnasio, durante 2 semanas o hasta que su médico se lo recomiende.

Además, debe estar atento a cualquier síntoma que pueda ocurrir, como sangrado abundante, dolor intenso, fiebre o secreción maloliente, por ejemplo, que pueden ser síntomas de una infección.

Los principales riesgos

La cirugía perineal, como la cirugía postoperatoria, generalmente progresa sin problemas, pero, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen ciertos riesgos como el desarrollo de infecciones y sangrado.

Adicionalmente, la persona puede sufrir estreñimiento en los días posteriores a la cirugía y, en caso de que la ingestión de agua y fibra no sea suficiente, puede ser necesario tomar un laxante suave para ablandar las heces y así facilitar su evacuación.

Es importante estar atento a los signos que puedan indicar el desarrollo de estas complicaciones, como fiebre superior a 38º, dolor intenso, secreción maloliente o sangrado, por ejemplo. En estos casos, es recomendable ponerse en contacto con los servicios de emergencia de forma inmediata.

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