La diabetes gestacional generalmente se desarrolla alrededor del tercer trimestre del embarazo debido a la resistencia a la insulina producida por las hormonas del embarazo. Este tipo de diabetes suele desaparecer después del parto y rara vez causa síntomas, aunque en algunos casos puede aparecer visión borrosa y mucha sed.
Su tratamiento debe iniciarse durante el embarazo, mediante una adecuada nutrición o con el uso de medicamentos, como hipoglucemiantes orales o insulina, dependiendo de los niveles de azúcar en sangre.
La diabetes gestacional casi siempre se cura después del parto, pero aún es importante continuar con el tratamiento prescrito por su médico, porque existe un alto riesgo de desarrollar diabetes mellitus 2 después de 10 a 20 años y puede sufrir diabetes gestacional en el próximo embarazo. .
Principales síntomas
Los síntomas de la diabetes gestacional a menudo se confunden con trastornos comunes del embarazo, como:
- Exceso de hambre;
- muy sediento;
- Aumento excesivo de peso en mujeres o bebés;
- Aumento de la necesidad de orinar;
- Exhausto;
- Hinchazón de piernas y pies;
- Visión borrosa;
- Candidiasis o infección urinaria común.
Además, la mujer embarazada puede provocar candidiasis o frecuentes infecciones del tracto urinario.
¿Cómo se diagnostica la diabetes gestacional?
Debido a que estos síntomas son comunes durante el embarazo, su médico debe solicitar una prueba de glucosa al menos 3 veces durante el embarazo, y la primera prueba se realiza a las 20 semanas para identificar cualquier cambio a lo largo del tiempo. Para el diagnóstico, su médico también puede ordenar pruebas como una curva de tolerancia a la glucosa para verificar su nivel de azúcar en sangre a lo largo del tiempo. Aprenda a diagnosticar la diabetes gestacional.
Causa de la diabetes gestacional
La diabetes gestacional en la mayoría de los casos ocurre en el tercer trimestre del embarazo y se asocia principalmente con la resistencia a la insulina que se desarrolla como resultado del aumento de las concentraciones de hormonas relacionadas con el embarazo.
Esto se debe a que en el tercer trimestre hay un aumento de las necesidades nutricionales, por lo que la madre comienza a ingerir más carbohidratos para darle al bebé las cantidades ideales de glucosa adecuada, mientras que hay regulación de los niveles de glucosa por parte de la insulina.
Sin embargo, debido a las hormonas del embarazo, la producción de insulina por parte del páncreas se puede suprimir, de modo que este órgano no puede aumentar el nivel de insulina producida, lo que provoca una mayor cantidad de azúcar en sangre, lo que resulta en el desarrollo de diabetes.
Esta afección es más común en mujeres mayores de 35 años que tienen sobrepeso u obesidad, tienen una acumulación de grasa en el abdomen, son bajas o han sido diagnosticadas con un ovario poliquístico.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la diabetes gestacional tiene como objetivo promover la salud tanto de la madre como del bebé, evitando complicaciones como el bajo peso para la edad gestacional y los trastornos respiratorios y metabólicos. Es importante que el tratamiento se lleve a cabo bajo la supervisión de un equipo multidisciplinario de nutricionistas, obstetras y endocrinólogos para asegurar un control glucémico efectivo.
El tratamiento de la diabetes gestacional debe consistir en cambios en los hábitos alimentarios y la actividad física para que los niveles de glucosa en sangre se mantengan bajo control:
1. Alimentos
La alimentación en la diabetes gestacional debe ser dirigida por un nutricionista para que no haya deficiencias nutricionales para la madre o el bebé. Por este motivo, se recomienda que las mujeres embarazadas consuman alimentos que tengan un índice glucémico bajo, como frutos secos, verduras, cereales integrales, semillas y frutos secos, por ejemplo, porque son ricos en fibra. Además, debes evitar el azúcar o alimentos que lo contengan como refrescos, jugos pasteurizados, galletas, entre otros. Obtenga más información sobre la dieta para la diabetes gestacional.
Es importante medir la glucosa en sangre en ayunas y después de las comidas principales, de esta manera se pueden llevar registros para que el médico pueda confirmar el nivel de glucosa en sangre y el nutricionista pueda realizar cambios en el plan de alimentación, si lo considera necesario.
2. Ejercicios de práctica
El ejercicio durante la diabetes gestacional es importante no solo para mejorar la salud de la mujer embarazada, sino también para mantener un nivel de azúcar en sangre equilibrado, ya que contribuye a reducir el azúcar tanto en ayunas como después de las comidas.
Hacer actividad física durante el embarazo suele ser seguro, a menos que tu médico te indique lo contrario, ya que puede estar contraindicado en algunas situaciones, y debes consultar a tu médico para saber si puedes hacerlo o no, además de pedir orientación a un sanitario. educación física profesional para ayudarlo a ajustar los ejercicios a su condición.
Es importante que las mujeres embarazadas tengan cuidado antes, durante y después del ejercicio, como picar y beber agua antes de hacerlo, y prestar atención a la intensidad con la que se realiza. También es importante estar atento a cualquier signo o síntoma que indique que debe dejar de hacer ejercicio, como: sangrado vaginal, contracciones uterinas, pérdida de líquido amniótico, debilidad muscular y dificultad para respirar antes del ejercicio.
3. Uso de drogas
El uso de medicamentos generalmente lo prescribe un médico cuando los niveles de glucosa no están regulados por cambios en los hábitos alimenticios y la actividad física, lo que representa un alto riesgo para la mujer embarazada y su bebé.
En estos casos, los agentes hipoglucemiantes orales o la insulina están indicados caso por caso y deben usarse bajo la supervisión de un médico. Es importante que una mujer se controle la glucosa en sangre todos los días y, en ocasiones, prescrita por su médico para confirmar si el tratamiento es eficaz.
Posibles complicaciones
Las complicaciones de la diabetes gestacional pueden afectar a una mujer embarazada o un bebé y pueden ser:
Riesgos para la mujer embarazada | Riesgos para el bebé |
Rotura del saco amniótico antes de la fecha prevista |
Desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria, que es dificultad para respirar al nacer. |
Parto prematuro |
Un bebé demasiado grande para la edad gestacional, lo que aumenta el riesgo de obesidad en la infancia o la adolescencia. |
El feto no baja la cabeza antes del parto. |
Enfermedad del corazón |
Mayor riesgo de preeclampsia, que es un aumento brusco de la presión arterial durante el embarazo. |
Ictericia |
Posibilidad de cesárea o laceración del perineo durante el parto normal debido al tamaño del bebé |
Hipoglucemia posnatal |
Estos riesgos pueden reducirse si una mujer sigue el tratamiento adecuadamente, por lo que una mujer embarazada con diabetes gestacional debe realizar un control prenatal de alto riesgo.
Cómo evitar la diabetes gestacional
No todos los casos de diabetes gestacional se pueden prevenir porque está asociada con los cambios hormonales típicos del embarazo, pero el desarrollo de la diabetes gestacional se puede reducir mediante:
- Tener un peso ideal antes del embarazo;
- Realización de exámenes prenatales;
- Aumentar, pero lenta y progresivamente;
- Come sano;
- Practica ejercicio moderado.
La diabetes gestacional puede ocurrir en mujeres embarazadas mayores de 25 años, obesas o cuando la mujer embarazada tiene intolerancia al azúcar. Sin embargo, también puede desarrollarse en mujeres más jóvenes o de peso normal debido a cambios hormonales.