El dolor de pie es un síntoma muy común que puede tener varias causas, desde el ejercicio excesivo después de correr o caminar hasta problemas ortopédicos como tendinitis, esguinces, artritis o esguinces, por ejemplo. Generalmente, el dolor de pie no es grave y se puede tratar en casa con reposo aplicando hielo dos veces al día durante los primeros tres días después del inicio del dolor o masaje, por ejemplo.
Sin embargo, si el dolor de pie no mejora después de una semana o empeora con el tiempo, se recomienda que consulte a un ortopedista o pediatra para que le realice pruebas como una radiografía o una tomografía computarizada para identificar el problema y comenzar el tratamiento adecuado.
1. Sobrecarga
El dolor en los pies puede ser provocado por el sobrepeso, cuando la persona tiene sobrepeso, cuando realiza esfuerzos, caminatas largas, lleva el calzado inadecuado y permanece de pie en la misma posición durante mucho tiempo.
Hacer: poner los pies en un balde de agua fría, colocar una bolsa de hielo durante 15 minutos y masajear los pies para ayudar a aliviar el dolor. También es importante llevar calzado cómodo y adecuado, para evitar permanecer en la misma posición durante mucho tiempo y adelgazar.
2. Juanete
El juanete es un bulto que generalmente se forma en la base del dedo del pie y puede ser causado por el uso regular de tacones altos o por el uso de zapatos ajustados o como resultado de la artritis, por ejemplo, que puede causar dolor, enrojecimiento e hinchazón en el dedo del pie. .esta zona del pie, además de restringir el movimiento del dedo.
Hacer: Es importante usar zapatos cómodos, ponerse almohadillas suaves para ayudar a distribuir la presión del pie, aplicar una compresa fría en la barra para aliviar la inflamación y el dolor, remojar los pies en un balde de agua tibia y 2 cucharadas de sal espesa, o Epsom, así como masaje de pies con aceite de almendras dulces para ayudar a mejorar la circulación sanguínea y aliviar el dolor.
Su médico también puede sugerir, si es necesario, el uso de medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, por ejemplo, para aliviar el dolor.
3. Estímulo Kalkaneal
La fascitis plantar es una inflamación que afecta el tejido del pie. Este cambio está relacionado con la aparición de un estímulo calcáneo, porque la tensión de la fascia favorece su formación. Los principales síntomas son un dolor intenso en la base de la piel al despertar y colocar el pie en el suelo, que puede aparecer tras unas horas de reposo.
Hacer: aplique una compresa fría, haga un masaje profundo en el lugar exacto del dolor, estire los pies (agarre las puntas de los dedos y estírelos hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados).
Eche un vistazo a algunos ejercicios que puede hacer en el siguiente video:
4. Tendinitis o bursitis del calcáneo
La tendinitis o bursitis produce dolor en el extremo del tendón de Aquiles o en la parte posterior del talón que empeora al saltar, correr, girar el pie hacia arriba (dorsiflexión) o pararse sobre la punta de los pies.
Hacer: Se deben realizar ejercicios de estiramiento y masaje de pantorrillas, se deben aplicar compresas frías durante 20 minutos, de 3 a 4 veces al día y se deben usar zapatos cómodos. En algunos casos, su médico puede recomendar el uso de medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor.
5. En el embarazo
El dolor de pie durante el embarazo puede estar asociado con aumento de peso, dificultad para el retorno venoso, mala circulación sanguínea e hinchazón de los pies y piernas adoloridos, especialmente al final del día.
Hacer: Acostarse boca arriba con los pies en alto ayuda a reducir la inflamación, otra técnica es poner los pies en un balde de agua fría y unos cubitos de hielo. También es importante usar zapatos cómodos de suela blanda, así como beber muchos líquidos y caminar para mejorar la circulación sanguínea.
6. Reumatismo
El dolor en los pies y las manos puede indicar artritis, reumatismo o problemas circulatorios que dificultan que la sangre llegue a las extremidades del cuerpo, lo que puede causar dolor en los pies.
Hacer: El reumatólogo puede sugerir medicamentos para aliviar los síntomas, así como realizar algunas sesiones de fisioterapia. Si no hay signos de inflamación, puede estar indicado el uso de compresas tibias; en caso de inflamación se recomienda el uso de compresas frías. También es importante movilizar las articulaciones y realizar ejercicios como abrir y cerrar los brazos y mover los dedos.
7. Pie diabético
El diabético puede tener alteraciones graves en los pies, provocando dolor, llagas y un mayor riesgo de contraer infecciones. Esta situación suele ocurrir cuando la diabetes no se controla adecuadamente.
Hacer: Además de mantener bajo control la glucosa en sangre, es fundamental llevar calzado adecuado y vigilar los pies a diario para asegurarse de que no haya lesiones o lesiones. En caso de heridas, el médico puede sugerir el uso de antibióticos y aplicar un apósito que debe cambiarse diariamente.
Cómo aliviar el dolor de piernas
El tratamiento para el dolor de pie debe ser dirigido por un ortopedista o pediatra y generalmente comienza con el resto del pie afectado. Asimismo, el médico suele recomendar el uso de calzado cómodo y flexible, evitando el uso de zapatos ajustados, tacones y de pie o con las piernas cruzadas. También puede indicar el uso de ortesis en zapatos viejos.
En los casos más graves, su médico puede recetarle el uso de ungüentos o aerosoles antiinflamatorios, como Diclofenac o Lonol, así como cirugía para reparar fracturas o quitar varillas y estufas.
Además, existen algunas técnicas que se pueden realizar en casa para reducir el dolor, estas son:
1. Remoja tus pies
La primera estrategia para combatir el dolor de pies es sumergirlos en agua tibia, pero no lo suficiente como para quemar la piel, de modo que dejes los pies en el agua durante unos 20 a 30 minutos. Esta estrategia es muy buena en los casos en los que ha estado caminando todo el día, si ha estado de pie durante mucho tiempo o ha usado zapatos incómodos o apretados; más bien alivia el dolor en el tobillo y el pie.
Para implementar esta estrategia, debes dejar tus pies en remojo en un recipiente o balde, completamente sumergido durante aproximadamente 20 minutos y, si es posible, puedes agregar unas gotas de aceite esencial al agua o algunas hojas de eucalipto, por ejemplo.
2. Acuéstese de pie
Acostarse en un sofá o en la cama y colocar una almohada alta debajo de los pies ayuda a mejorar el retorno de la sangre al corazón, mejorando así el drenaje linfático, relajando los pies y aliviando el dolor y la pesadez en las piernas.
3. Masaje con aceites esenciales
El masaje con aceites esenciales, además de ser una buena forma de aliviar el dolor de pie al final del día, también ayuda a activar puntos reflejos específicos que alivian la tensión en todo el cuerpo, creando una sensación de bienestar.
4. Baño de contraste
El baño de contraste consiste en colocar los pies en un recipiente con agua caliente e, inmediatamente, colocarlos en otro con agua helada. Este cambio brusco de temperatura ayuda a activar la circulación sanguínea y eliminar el exceso de líquido de pies y piernas, que generalmente es la principal causa de dolor.
Para hacer un baño de contraste, debes poner los pies en un recipiente con agua caliente durante 3 minutos, luego cambiar a un recipiente con agua helada, dejándolos por un minuto.
5.Haz movimientos de pies
Cuando hay dolor en el pie cerca de la articulación del tobillo, por ejemplo, se pueden realizar pequeños movimientos circulares, manteniendo el pie en el aire. Este ejercicio ayuda a aliviar el peso del pie, además de calentar la articulación, lo que ayuda a aliviar el dolor.
Primero, puede comenzar a moverse en el sentido de las agujas del reloj y luego debe moverse en el sentido contrario a las agujas del reloj, repitiendo una pierna a la vez.
6. Haga rodar una pelota debajo de su pie
Hacer rodar una pelota de ping pong, una pelota de tenis o incluso canicas en los pies ayuda a masajear y relajar los músculos de los pies.
La fisioterapia también es muy útil para combatir el dolor de pie y ayuda a centrar y ajustar el tipo de pie, pero el tratamiento debe ser individualizado porque no existe una fórmula establecida que pueda indicarse a todas las personas, por lo que es importante recibir una evaluación personalizada y Inicio del tratamiento prescrito por un fisioterapeuta.