La actividad sexual durante el embarazo es fundamental para la salud de la mujer y la pareja, y se puede realizar cuando la pareja lo desee. Aunque se fomentan las relaciones sexuales en casi todos los embarazos, hay algunas situaciones en las que el obstetra puede solicitar restricción, como cuando la mujer ha tenido sangrado anormal, placenta previa o un alto riesgo de parto prematuro. Por este motivo, siempre que exista alguna duda sobre la conveniencia de mantener relaciones sexuales o no, se debe consultar a un médico.
Sin embargo. Es importante tener en cuenta que algunas mujeres embarazadas pueden tener una disminución del deseo sexual, no solo debido a los cambios hormonales, sino también a los cambios en el cuerpo mismo que pueden hacer que la mujer se sienta insegura. Por eso, es muy importante que la pareja hable abiertamente sobre estas cosas, para poder superar las dificultades que se han identificado juntos.
3 preguntas principales sobre el sexo durante el embarazo
Para ayudar a las parejas a desarrollar la confianza en sí mismas para tener relaciones sexuales durante el embarazo, hemos reunido algunas de las preguntas más comunes sobre este tema:
1. ¿Pueden las relaciones sexuales afectar al bebé?
El contacto sexual no causa ningún daño al bebé porque está protegido por los músculos del útero y el líquido amniótico. Además, la presencia de un tapón mucoso en el cuello uterino evita que cualquier microorganismo u objeto ingrese al útero.
A veces, después de las relaciones sexuales, el bebé puede estar más inquieto debido al aumento del pulso de la madre y a la pequeña contracción de los músculos del útero, que no afecta ni al bebé ni a su desarrollo.
2. ¿Cuáles son las mejores posiciones sexuales?
Al inicio del embarazo cuando el abdomen aún es pequeño, se pueden adoptar todas las posiciones sexuales siempre que la mujer se sienta cómoda, pero cuando el abdomen crece hay posiciones que pueden ser más cómodas. Algunos de ellos son:
- Aparte: Permanecer de costado en posición fetal puede ser una de las posturas más cómodas para la mujer, ya que aunque el abdomen no interfiere, se apoya bien en el colchón. En esta posición, poner una almohada debajo de las caderas también puede ser bastante cómodo, ya que puede ayudarte a encontrar la posición correcta.
- Encima: Adoptar posiciones que estén por encima de tu pareja, como la posición en la que estás sentado o sentado, son grandes opciones, que brindan un mayor control en la profundidad e intensidad de la penetración, y al mismo tiempo no molestan el abdomen.
- Detrás: Adoptar la pose de «perro» u otras posiciones en las que el hombre penetra por detrás también son grandes poses para períodos en los que el abdomen ya es grande, porque permiten una gran libertad de movimiento. Otra opción es acostarse con el trasero muy cerca del borde de la cama mientras su pareja se para o se arrodilla en el suelo.
No siempre es fácil encontrar una posición en la que ambos se sientan cómodos, especialmente por temor a lastimarse el estómago y al bebé. Con paciencia y esfuerzo, la pareja puede encontrar el mejor equilibrio mientras mantiene un contacto íntimo durante el embarazo.
3. ¿Es necesario usar condón?
El uso de condones no es necesario siempre que la pareja no tenga una enfermedad de transmisión sexual. Si por el contrario tu pareja tiene ETS, lo ideal es utilizar un condón femenino o masculino, no solo para evitar que la embarazada se infecte, sino también para evitar que el bebé desarrolle una infección.
Cambios en el deseo sexual durante el embarazo.
La actividad sexual se puede ver de diferentes maneras durante el embarazo, porque tanto el cuerpo como el deseo sexual cambian durante ese período.
1 trimestre
En el primer trimestre del embarazo es normal tener miedos e incertidumbres de que su práctica pueda perjudicar el embarazo o incluso provocar un aborto, y tanto mujeres como hombres atraviesan un período de miedo y pavor, con disminución del deseo por la pareja. .
Además, este es un trimestre de cambios en el cuerpo y muchas náuseas y vómitos, que también pueden contribuir a la disminución del deseo.
Segundo trimestre
Generalmente, el deseo sexual vuelve a la normalidad en el segundo trimestre del embarazo, ya que hay aceptación de los cambios observados en el organismo. Además, durante el período, las hormonas provocan un aumento del apetito sexual y debido a que el estómago no es muy grande, hay más libertad para adoptar diferentes posiciones.
Tercer trimestre
En el tercer trimestre del embarazo se mantiene el deseo, pero la pareja puede encontrar algunas dificultades. Durante este período, existen posturas que resultan incómodas por el tamaño del abdomen, pues eventualmente el centro de gravedad de la mujer cambia, lo que puede hacer que la mujer tenga menos equilibrio.
Durante este período es muy importante experimentar con diferentes poses, para encontrar la que sea más cómoda para la pareja. Además, durante este período, debido al tamaño del abdomen, el hombre puede tener algunos miedos y ansiedades por no lastimar al bebé, lo que eventualmente puede reducir el deseo de la pareja.
El sexo no daña al bebé, no molesta ni lastima al bebé, ni provoca el aborto. El sexo durante el embarazo trae beneficios tanto a la madre como al bebé, quien siente la alegría y satisfacción que siente la madre en esos momentos. Pero el médico lo contraindica solo en situaciones de riesgo, como en los casos en los que existe riesgo de aborto espontáneo o desprendimiento de placenta, por ejemplo.
Cuando no deberías tener relaciones sexuales
Algunas mujeres deben evitar las relaciones sexuales desde el primer trimestre del embarazo, mientras que otras deben evitar esa actividad más adelante en el embarazo. Algunos de los problemas que pueden limitar el contacto íntimo incluyen:
- Placenta previa;
- Sangrado vaginal inexplicable;
- Dilatación del cuello uterino;
- Insuficiencia cervical;
- Desprendimiento de la placenta;
- Rotura prematura de membranas;
- Parto prematuro.
Además, si existe alguna infección de transmisión sexual tanto en hombres como en mujeres, también puede ser aconsejable evitar el contacto íntimo hasta que se complete el tratamiento.
En cualquier caso, el obstetra debe aconsejar a la mujer sobre el riesgo del contacto íntimo y las precauciones, ya que en algunas complicaciones puede ser necesario evitar la estimulación sexual.
Señales de que debes evitar las relaciones sexuales
Una mujer embarazada debe programar una cita con un obstetra cuando se presenten síntomas como dolor intenso, sangrado o flujo vaginal anormal después de tener relaciones sexuales. Estos signos deben evaluarse ya que pueden indicar el desarrollo de alguna complicación que pueda poner en peligro el embarazo.
Por lo tanto, se recomienda evitar el contacto íntimo hasta que su médico le indique lo contrario.
¿Qué son las relaciones sexuales después del parto?
Durante las primeras 3 semanas después del parto o hasta que la mujer se sienta cómoda, no se recomiendan las relaciones sexuales porque la zona íntima debe curar y curar las lesiones, especialmente después de un parto normal.
Cuando se recupere, el médico le dará una indicación para la reanudación del contacto íntimo regular, pero este puede ser un período estresante y de gran incertidumbre, porque la mujer tendrá que adaptarse al nuevo cuerpo. Además, el recién nacido requiere mucho tiempo y atención, lo que deja a los padres cansados y exhaustos, y puede ayudar a reducir el deseo sexual en los primeros meses.
Además, después del parto, los músculos vaginales de la mujer pueden estar más débiles y la vagina «más ancha», por lo que es muy importante fortalecer los músculos de esa zona mediante la práctica de ejercicios específicos. Estos se denominan ejercicios de Kegel que, además de fortalecer la región genital, pueden ayudar a las mujeres a obtener más placer sexual.