Sarampión en niños y lactantes: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Aunque no es raro que un bebé de 6 meses a 1 año tenga sarampión, puede haber pequeñas manchas en todo el cuerpo, fiebre superior a 39ºC e irritabilidad leve.

El sarampión es una enfermedad extremadamente contagiosa pero relativamente rara que se puede prevenir mediante la vacunación contra esta enfermedad que forma parte del programa nacional de vacunación. Sin embargo, solo debe usarse después de los primeros 12 meses de vida para que algunos bebés puedan desarrollar la enfermedad a esa edad.

Principales síntomas

Al principio, cuando aparecen las primeras manchas en la piel, el sarampión se puede confundir con una alergia, pero, a diferencia de una alergia, el bebé puede presentar otros síntomas como:

  • Fiebre superior a 30ºC;
  • Irritabilidad intensa;
  • Tos seca persistente;
  • Prurito y enrojecimiento de los ojos;
  • Disminucion del apetito.

Además, es común que aparezcan primero manchas en el cuero cabelludo, con un color púrpura rojizo que luego se extienda por todo el cuerpo. En estos casos, el bebé puede desarrollar pequeñas manchas blanquecinas en la boca que desaparecen en 2 días.

Cuando se advierte alguno de estos síntomas, los padres deben llevar al niño a un pediatra lo antes posible para que se pueda confirmar el diagnóstico de sarampión y se pueda iniciar el tratamiento adecuado.

Confirmación del diagnóstico

La mejor manera de confirmar el diagnóstico de sarampión es consultar a un pediatra para evaluar los síntomas y el historial del niño, sin embargo, si existe la sospecha de que las manchas son causadas por otras enfermedades, su médico puede ordenar un análisis de sangre, por ejemplo.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento consiste en la ingestión de analgésicos y antipiréticos como Dipiron para reducir los síntomas de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud recomienda un suplemento de vitamina A para todos los niños diagnosticados con sarampión.

El sarampión dura un promedio de 10 días y durante este período se recomienda que el niño reciba una dieta ligera, así como mucha agua y jugos de frutas frescas para evitar la deshidratación. En caso de que el bebé aún esté amamantando, debes alimentarlo del pecho varias veces al día, bañarlo en agua fría y hacer que duerma mucho tiempo para que su sistema inmunológico pueda combatir la enfermedad.

  • Para la reducción natural de la fiebre: Utilice una compresa fría y colóquela en la frente del bebé, nunca ni en la ingle. Vestirse con ropa ligera y mantener al bebé en un área ventilada son otras estrategias que ayudan a controlar la temperatura. Obtenga más consejos para reducir la fiebre en los niños.
  • Para mantener los ojos de su bebé limpios y libres de secreciones.: Use una bola de algodón empapada en solución salina para limpiar los ojos, siempre en la dirección desde el borde interno del ojo hacia el borde externo. El té de manzanilla frío y sin azúcar puede ayudar a su bebé a mantenerse hidratado y tranquilo, lo que facilita la recuperación. Obtenga más información sobre el tratamiento de la conjuntivitis en su bebé.

Para evitar las complicaciones del sarampión, como la otitis y la encefalitis, algunos pediatras también prescriben antibióticos, pero solo en casos de desnutrición o compromiso del sistema inmunológico porque el sarampión rara vez causa estas complicaciones.

Uso de la vacuna contra el sarampión

La vacuna contra el sarampión, que está incluida en el Programa Nacional de Inmunización, debe administrarse después del primer año de vida. Esto se debe a que en los primeros meses de vida, el bebé está protegido con anticuerpos contra el sarampión que recibió de la madre durante el embarazo y la lactancia materna exclusiva.

Sin embargo, los niños amamantados no exclusivamente pueden tener niveles más bajos de anticuerpos, lo que eventualmente facilita la aparición de la enfermedad 12 meses antes de la vacunación. Además, si la madre nunca ha recibido la vacuna contra el sarampión o no ha tenido la enfermedad, es posible que no tenga los anticuerpos para transmitirlos al bebé, lo que aumenta el riesgo de que el bebé contraiga el sarampión. Obtenga más información sobre la vacuna contra el sarampión.

Vea más sobre el virus del sarampión en el video a continuación:

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