La diverticulitis aguda es una inflamación e infección de los divertículos, que son pequeños pliegues o sacos que aparecen en la pared intestinal, especialmente en la última parte del colon.
Los divertículos generalmente ocurren en adultos mayores de 40 años y son más comunes en personas con estreñimiento crónico o con una dieta baja en fibra. Esto evita que las heces se hidraten y se queden en los intestinos, lo que favorece el desarrollo de divertículos y su inflamación, que se puede ver a través de algunos síntomas como náuseas, vómitos y dolor abdominal, por ejemplo.
Es importante diagnosticar y tratar la diverticulitis aguda según las indicaciones del gastroenterólogo, pues de esta forma es posible prevenir complicaciones como perforación u obstrucción intestinal.
Principales síntomas
Si cree que puede tener un ataque agudo de diverticulitis, elija los síntomas que muestra en la prueba a continuación:
- 1. Dolor en el lado izquierdo del abdomen que no pasa No Sí
- 2. Náuseas y vómitos No Sí
- 3. Estómago hinchado No Sí
- 4. Fiebre superior a 38º C con fiebre No Sí
- 5. Pérdida del apetito No Sí
- 6. Períodos alternos de diarrea y estreñimiento No Sí
La intensidad de los síntomas varía en función de la gravedad de la inflamación, que si es leve puede pasar desapercibida. Sin embargo, ante la presencia de estos síntomas, es importante acudir pronto a urgencias, donde el médico valorará los síntomas y, si es necesario, realizará una ecografía o tomografía abdominal y análisis de sangre que detecten una infección intestinal.
Causas de diverticulitis aguda
La manifestación de divertículos en la parte terminal del colon se llama diverticulosis y cuando estos divertículos se inflaman, se conoce como diverticulitis. Esta inflamación puede producirse como consecuencia del envejecimiento, debido a la pérdida de elasticidad de la musculatura intestinal, lo que contribuye a que queden pequeños trozos de heces en la zona y provoquen la inflamación del divertículo.
Además, otras situaciones que pueden favorecer la inflamación de estas estructuras son una dieta baja en fibra y el estreñimiento crónico, lo que lleva a la formación de heces mal hidratadas, lo que aumenta la presión intestinal y favorece la inflamación de los divertículos.
Además, debido a la presencia de heces pequeñas, también es posible favorecer una infección local, que también provoca signos y síntomas de diverticulitis aguda.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la diverticulitis debe ser dirigido por un gastroenterólogo o médico de cabecera y lo realizan:
- Uso de antibióticos, como ciprofloxacina y metronidazol, para controlar la infección durante aproximadamente 10 días;
- Uso de analgésicos, como paracetamol o antiinflamatorios, como ibuprofeno, por ejemplo, para aliviar las molestias abdominales;
- Presta atención a tu dieta, que en los primeros 3 días debe ser magro o líquido, y luego agregar gradualmente alimentos sólidos para no aumentar la presión dentro de los intestinos.
A medida que disminuyen la inflamación de los divertículos y los síntomas, el paciente debe incluir gradualmente alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras frescas o cereales integrales, en sus comidas diarias para evitar que los divertículos se vuelvan a encender.
Cuando la persona es capaz de seguir adecuadamente las indicaciones y cuando la condición es leve, este tratamiento se puede realizar en casa, sin embargo, en caso de diverticulitis acuosa complicada, la hospitalización es importante para recibir medicación en la vena y la posibilidad de cirugía. .
Para el tratamiento quirúrgico de la inflamación, se puede realizar una punción para drenar la columna o una cirugía para extirpar la parte dañada del intestino. Obtenga más información sobre el tratamiento.
Posibles complicaciones
Cuando no se trata la diverticulitis aguda cuando aparecen los primeros síntomas o cuando el tratamiento no se realiza según las indicaciones del médico, pueden presentarse algunas complicaciones, como:
- El esta sangrando, que puede ser intenso y puede notarse por la presencia de sangre roja en las heces;
- Absceso en la zona, que puede causar un dolor significativo y aumentar el riesgo de desarrollar infecciones más graves;
- Formación de fístulas, que son comunicaciones del intestino con otros órganos, originadas por la inflamación de las heridas en las paredes;
- Perforación del colon, que es una complicación grave de la diverticulitis y causa una intensa inflamación de la región abdominal;
- Obstrucción intestinal, donde la inflamación evita que los líquidos y las heces pasen a través de los intestinos, provocando inflamación, calambres estomacales y vómitos.
Por lo tanto, para evitar estas complicaciones, es importante seguir las recomendaciones de su médico para reducir la inflamación y evitar posibles complicaciones y nuevos ataques de diverticulitis aguda.
Cómo prevenir la diverticulitis
Para prevenir la formación de divertículos en el colon o para prevenir nuevos ataques de diverticulitis, es importante llevar una dieta rica en fibra, ya que estimulan el funcionamiento y limpieza de los intestinos y evitan que sus paredes se adelgacen y nuevas arrugas. desde su formación.
Para el buen funcionamiento de los intestinos, es importante beber abundantes líquidos a lo largo del día, unos 2 litros de agua, además de comer despacio y masticar bien antes de tragar.
Aprenda qué comer durante una crisis de diverticulitis.